Por lo general, una visa de turista es válida por 10 años, pero las personas que la poseen no pueden entrar y salir del país sin restricciones. En cada ingreso, se les otorga un permiso de estadía de hasta seis meses.
Cabe destacar que el empleo llevado a cabo por visitantes puede ser autorizado en Estados Unidos mediante la concesión de visas que lo permitan, como la H-1B, L-1, O-1, entre otras, dirigidas a diferentes tipos de viajeros, como estudiantes, en su mayoría vinculadas a programas de trabajo impulsados por el Gobierno.
No obstante, cubrir una ocupación sin un permiso válido es ilegal y puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, si se descubre que usted trabajó de forma irregular, es posible que en el futuro le nieguen la residencia permanente, la ciudadanía u otros beneficios migratorios.
Asimismo, si las autoridades de inmigración lo encuentran ocupando un puesto laboral tras ingresar con una vida de turista, es posible que lo expulsen o deporten de Estados Unidos. La visa también puede ser revocada. Si alguna instancia de las acciones anteriores se da, se sientan las bases para que el sancionado sea inadmisible para visas futuras.
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Los migrantes no estarían exentos de recibir castigos penales en determinadas circunstancias. Sin embargo, esto no sucede a menudo. Por otro lado, este tipo de infracciones si suelen imponerse sobre los empleadores que incluyen en su negocio a trabajadores irregulares.