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Internacional

La insólita historia de Patty Hearst: Heredera, víctima, guerrillera y actriz

Casi dos meses después de su secuestro aseguró que se había unidos al grupo guerrillero y en una cita declaró su amor por el líder.

miércoles, 17 noviembre 2021 - 17:45
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Patricia Campbell Hearst, más conocida como Patty Hearst, heredera de una gran fortuna, fue secuestra y al poco tiempo quedó enamorada de quien la mantenía cautiva. Participó de varios delitos, fue detenida, y el presidente estadounidense Jimmy Carter redujo su condena a menos de 2 años.

En 1974, a sus 19 años, Patty fue sacada a punta de pistola de su residencia en el estado de California, Estados Unidos. Un grupo guerrillero, Ejército Simbiones de Liberación, que buscaba acabar con “la dictadura corporativa norteamericana del presidente Richard Nixon" fue el responsable del suceso.

Los secuestradores se comunicaban con la familia de Patty a través de cintas de audio que enviaban a los medios con la orden de que las reprodujeran o la matarían. En una de las grabaciones apareció la voz desesperada de la joven y pedía que cumplan con las exigencias del grupo o ella moriría.

Más adelante se supo que estuvo encerrada en un armario durante 57 días.

Luego de casi dos meses del secuestro, los medios recibieron otra cinta con la voz de Patty, pero esta vez sonaba diferente. Con un tono autoritario decía que se había unido al Ejército Simbiones y que su nuevo nombre sería "Tania" al igual que Tamara Bunke en la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia.

A los pocos días, escuadrones de la guerrilla asaltaron un banco y en el video de seguridad podía reconocerse a Patricia con un fusil en sus manos. Las autoridades californianas pasaron de buscarla como víctima, a reconocerla como uno de los criminales más buscados.

Durante otro episodio delictivo, la policía pudo seguirlos y los esperaron en la casa que usaban como guarida. Ahí se desató un tiroteo que duró horas y terminó con el incendio del lugar, seis personas murieron.

Las autoridades especulaban que Patty fue uno de los fallecidos, supieron que no fue así tan solo unos días después. La mujer había enviado otra cinta.

En esta juraba vengar a sus compañeros y reveló su amor por el líder del grupo: “El más gentil y hermoso hombre que alguna vez conocí. Nunca ni Cujo (así lo llamaba) ni yo habíamos amado de una manera tan verdadera e intensa como esa. Nuestro amor también fue un compromiso de lucha por nuestro pueblo”.

En 1975, fue detenida por el FBI luego de varios meses de haberse dado a la fuga y cometer varios robos pequeños.

Para su defensa antes los tribunales, Patty contaba con los mejores abogados que la fortuna de su familia podía pagar. Ellos alegaron que la joven había sufrido un lavado de cerebro, cosa que no funcionó.

La siguiente estrategia fue explicar que Patty sufrió del Síndrome de Estocolmo; una reacción psicológica ante la privación de la libertad en la que la víctima desarrolla un vínculo afectivo por el secuestrador, lo que en aquella época era poco conocido.

Su condena fue de 35 años de prisión. Sin embargo, el presidente Jimmy Carter (sucesor de Richard Nixon) redujo su pena a 22 meses.

Años después de su liberación se casó con uno de sus guardaespaldas y tuvo dos hijos. Intentó limpiar su nombre haciendo obras benéficas en favor de niños con VIH.

Además, probó suerte en el cine, participó en películas como Cry baby (1990), Serial Mom (1994), y Pecker (1998), aunque las críticas no le favorecieron.

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