Karlee Ozkurt, una joven de 20 años del estado de Wisconsin, Estados Unidos, ha emitido un llamado urgente para prohibir los dispositivos de vapeo, como se conoce ampliamente a los cigarrillos electrónicos, después de sufrir dos colapsos pulmonares y cicatrices permanentes como resultado de su adicción.
"Caí en la trampa de pensar que vapear era genial, pero es estúpido. No me di cuenta hasta que fue demasiado tarde", confesó la afectada en una entrevista para la cadena estadounidense SWNS. Acotó que se sintió tentada a fumar tras ver a compañeros de clase mayores hacerlo regularmente.
Ozkurt, quien trabaja como asistente médico en la ciudad de Eau Claire, comenzó a vapear a los 15 años. Inicialmente, pensó que sería una alternativa menos dañina que fumar cigarrillos tradicionales, pero pronto comenzó a experimentar dolor en los pulmones.
A pesar de que sentía dolores que asociaba con el uso de dichos objetos ocasionalmente, se volvió adicta a la sensación de inhalar y dependía del "zumbido de la nicotina" para aliviar el estrés y la ansiedad que la agobiaban en su día a día.
Los meses pasaron y cuando ya había sobrepasado los tres años inmersa en sus hábitos de vapear, su pulmón derecho colapsó mientras lo hacía en el baño del trabajo, en noviembre del 2021. “De repente sentí como si me hubieran desgarrado un músculo de la espalda", contó con impresión.
Después de pasar el resto del día experimentando sibilaciones e incapaz de dormir y respirar con normalidad, Ozkurt decidió acudir sin previa cita a un hospital, en el que galenos, tras escucharle decir que tenía un fuerte dolor en el pecho y revisarla, decidieron trasladarla de inmediato al área de emergencias.
A través de una radiografía de tórax, se determinó que el pulmón derecho de Ozkurt se había colapsado en un 50%. Los médicos lo volvieron a inflarlo con una jeringa y le advirtieron a la joven que la emergencia podía ocurrir de nuevo si retomaba su hábito.
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Después de tres meses de mantenerse lejos de dispositivos de vapeo, Ozkurt comenzó a hacerlo de vuelta. Exactamente un año después, su pulmón volvió a colapsar y esta vez fue necesaria una cirugía para remediar la situación. Doctores tuvieron que fusionarlo a su pared torácica. Tras ello, la advirtieron vehemente.
"Después de una tomografía computarizada y de operarme el pulmón, mi médico notó algunas cicatrices reales en la parte inferior y a lo largo del mismo (...) Cuando estuve consciente, le pregunté qué podría haberlo causado y me dijo que sin duda se debía al vapeo", dijo Ozkurt.
Superando síntomas de abstinencia graves, incluyendo temblores incontrolables y extrema irritabilidad, y tomando una dosis recetada de Chantix, fármaco que interfiere con la nicotina en el cerebro para evitar que los fumadores la disfruten tanto, este año finalmente se sobrepuso a su adicción y, lejos de guardar silencio, habló sobre su historia para prevenir que más jóvenes comiencen a vapear.
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“Aún no sé si he causado un daño irreparable porque desconocemos los efectos a largo plazo”, lamentó. “Tengo amigos uno o dos años más jóvenes que yo. Quiero decirles que ni siquiera empiecen”, dijo. "No es genial, simplemente es una estupidez", concluyó.