Se trata de las ‘Hermanas del Valle’, quienes dirigen un negocio que genera ganancias de más de 500.000 dólares al año. Ofrecen aceites, tinturas y otros productos.
Pero su propósito va mucho más allá. Desean difundir ‘el evangelio’ de las bondades curativas de la marihuana.
“Lo que yo siempre he querido es sacarla del narco, que sea legal, porque en el momento en que eso ocurra acabará el problema. Dejará de ser sangrienta y también por eso queremos que no se prohíba el autocultivo para consumir”, dijo la hermana Bernadette a la agencia Reuters.
Este grupo de mujeres no son religiosas a pesar de su vestimenta, pero forman parte de una agrupación internacional fundada en el 2014 llamada ‘Hermanas del Valle’.
“Una vez que la gente nos voltea a ver por el morbo, de ver a unas monjitas con un porro o en un evento como en una expo sobre marihuana, captamos su atención y podemos dar el mensaje”, resaltó la hermana Kika a la agencia Reuters.
En México es permitido el uso medicinal de la marihuana desde 2017, pero su comercialización está prohibida. También hay varios vacíos legales.
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Por eso el negocio de las hermanas florece en abundancia en Estados Unidos, donde la marihuana recreativa está legalizada en más de 24 estados. Mientras que en México, son vistas como rebeldes.
“Aquí (México) tenemos muchísimas dificultades. Allá (en EE. UU.) las hermanas están legales y pueden salir con normalidad. Aquí nosotras estamos ‘a salto de mata’. No es tan fácil transportar la medicina, incluso aunque estés amparado. O sea, te tienes que cuidar, tenemos que manejar un perfil bajo”, contó la hermana Bernadette al medio antes citado.
En redes sociales las hermanas comparten videos cultivando cannabis e impartiendo talleres. En Instagram tienen miles de seguidores y se describen como mujeres que trabajan juntas con plantas medicinales, combinando ciencia y conocimiento ancestral.
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