Daniel Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho, relató a EFE que llegó a Koh Phangan (isla del sureste de Tailandia) el 1 de agosto, con la idea de practicar Muay Thai. Un día después, se encontró con Edwin Arrieta, quien habría viajado al país asíatico siguiendo sus pasos.
El joven chef aseguró que Arrieta “estaba obsesionado” con él. “Me engañó, me hizo creer que lo que quería era hacer negocios conmigo, meter dinero en la empresa de la que soy socio. Que hiciéramos cosas juntos, que fuéramos a México, Chile, Colombia, a abrir un restaurante. Pero era todo mentira. Lo único que quería era a mí, que fuera su novio”.
El caso explotó la noche del jueves 3 de agosto, cuando el español reportó la desaparición del colombiano y comenzó a ser interrogado como sospechoso el viernes.
El mismo jueves, un recolector de basura descubrió en una bolsa de fertilizantes los restos de la víctima. Inicialmente, se halló la pelvis y una pierna derecha. Días después, la Policía confirmó a EFE que la cabeza también ha sido recuperada y que se ha identificado que los restos del cadáver pertenecen al colombiano.
Según Nius Diario, Daniel Sancho habría confesado que mató de un golpe al cirujano y luego lo habría desmembrado en 14 partes en su habitación. Además, habría botado los retos en un vertedero de la isla y en el mar para lo que alquiló un kayak.
El español ingresó este lunes de manera provisional en la cárcel de Koh Samui, en el sur de Tailandia, después de declararse culpable ante un juez del presunto asesinato del colombiano Edwin Arrieta, confirmaron a EFE fuentes cercanas al caso.
El juez del tribunal provincial de Koh Samui decretó prisión provisional para Sancho a la espera de juicio, tras presentar los cargos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas de un delito, de los que el español se declaró culpable.
Durante la vista, el juez explicó a Sancho que el hecho de declararse culpable podría reducir sustancialmente la pena.
El código penal tailandés contempla como máximo la pena capital para delitos de asesinato, si bien, de dictarse, ésta suele ser después conmutada por la cadena perpetua.
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Sancho, de 29 años, será sometido a un aislamiento de diez días por protocolo covid-19, periodo durante el cual solo podrá ser visitado por su abogado.
En este sentido, no se espera que la familia de Sancho viaje a Tailandia de manera inmediata, debido a la imposibilidad de poderle visitar durante este periodo.
La prisión de Koh Samui, situada en una tranquila zona de la isla rodeada de cocoteros, está considerada como un centro penitenciario "amable", pero más adelante podría ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Bangkok.
Sancho reconoció afligido a EFE que se encontraba "mal", pero aseguró que quería "colaborar en todo lo que pueda".
Los abogados de Sancho habían asegurado que solicitarían la libertad provisional para el joven, aunque como se esperaba por la gravedad del delito le fue denegada.