El reconocido surfista estadounidense Matthew Taylor Coleman fue detenido por las autoridades Aduanas y Protección Fronteriza, tras encontrarse los cuerpos sin vida de sus dos hijos, una niña de un año y un niño de tres, abandonados en las orillas de un rancho en Baja California. Las autoridades sostienen que Coleman tuvo que ver en el asesinato de las pequeñas.
El hombre fue interceptado cuando se disponía a cruzar la frontera entre Estados Unidos y México, en la localidad de Rosarito, de regreso a su país natal. La actuación de la policía se dio tras una alerta lanzada por un hombre que se acercó al rancho donde se encontraron los cadáveres.
EL HECHO
Según los datos de la policía, Coleman viajó a Tijuana (a 30 minutos de Rosarito) el sábado 7 y se registró en un hotel City Express con sus hijos. El domingo 8, su esposa, Abby, presentó una denuncia de desaparición a la policía de Santa Bárbara, California, ni su marido ni sus hijos habían regresado a casa y nadie sabía de su paradero.
El lunes 9 las cámaras del City Express captaron a Taylor saliendo del hotel a las 2:54 de la madrugada, llevando a los niños consigo. A las 6:33 de la mañana las mismas cámaras lo captaron regresando al hotel, pero sin los menores.
Una hora después, a las 7:27, la policía de Baja California recibió una aterradora llamada de emergencia: era un campesino que denunciaba el descubrimiento de los cuerpos de dos niños en el rancho El Descanso. El hombre indicó que ambos pequeños tenían signos de apuñalamientos en las extremidades y coincidían con la descripción de los hijos de Coleman.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses habían detectado que Coleman usó su celular desde el municipio de Rosarito. Sin embargo, cando acudieron a la zona, encontraron al hombre sin los niños y ahí fue cuando se enteraron del oscuro panorama. El hombre fue detenido por las autoridades fronterizas mientras intentaba regresar a casa.
EL MÓVIL
Coleman admitió que fue supuestamente iluminado por QAnon, un presunto funcionario gubernamental anónimo que revela teorías conspiratorias. A Coleman se le habría ordenado que, para salvar a la humanidad, debería matar a sus dos hijas, quienes habrían sido infectadas con ADN de serpiente.
El surfista, quien creía firmemente en las teorías conspiratorias Illuminati, indicó que fue advertido, a través de “visiones y señales” de que su esposa poseía ADN de serpiente y se lo habría transmitido a sus hijas. Él mismo confesó que llevó a cabo el asesinato con un fusil de pesca submarina.
La autopsia reveló que el niño presentaba raspones en su rostro y brazos; y 17 lesiones hechas por un instrumento cortopunzante en el tórax. Él fue el primero en morir y después siguió la niña. La pequeña también tenía raspones en el rostro y los brazos, así como 12 lesiones en el tórax.
Según el FBI, el padre creyó que debía exterminar a esta “raza” para “salvar al mundo de los monstruos”. Las autoridades estadounidenses indicaron que estas teorías conspiratorias han generado olas de violencia que han acabado en tiroteos, actos terroristas e intentos de asesinato a personas concretas.