Unos 28 años han pasado de la muerte del 'Carnicero de Milwaukee', uno de los asesinos seriales más terribles de la historia de Estados Unidos. Pero, su historia ha vuelto a resurgir con la serie de Netflix: ‘Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer’.
Luego de haber asesinado sin compasión a 17 jóvenes y niños desde 1978 hasta 1991 entre Ohio y Wisconsin, Dahmer fue condenado en 1992 a cadena perpetua.
Por lo que fue recluido en la cárcel de Columbia, donde permaneció hasta su muerte en noviembre de 1994.
No obstante, el ‘Carnicero de Milwaukee’ no murió por sus propios medios, sino que fue asesinado por un compañero de prisión, Cristopher Scarver. Junto con otro recluso, Jesse Anderson, recoge el medio periodístico AS.
Detalla que, en un momento en el que se quedaron sin vigilancia, Scarver golpeó con una barra de metal en la cabeza a Dahmer hasta que lo mató. Posteriormente hizo lo mismo con Anderson.
De acuerdo con una entrevista con el New York Post, Scarver reconoció que el trato del protagonista de la serie con el resto de los reclusos y funcionarios era malo y que, a menudo, había discusiones. “Algunas personas que están en prisión están arrepentidas, pero él no era uno de ellos”, declaró.
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CRÍMENES
La gran fantasía de Dahmer era tener ejercer "control total" sobre un amante y tenerlo a su lado tanto tiempo como fuera posible. Sin embargo, no podía conseguirlo de manera consensuada, por lo que armó un plan que consistía en capturar a un hombre, llevarlo a casa, drogarlo hasta que perdiera el conocimiento, matarlo, tener relaciones sexuales con el cadáver y después comer partes de su cuerpo o guardarlas como trofeo.
En ocasiones también solía hacerse fotografías durante el proceso. La policía encontró 83 polaroids en su apartamento, y tres en donde se evidenciaba el proceso de descuartizado.
Dahmer, además de coleccionar las partes de sus víctimas, también se las comía. En su confesión comentó sobre la textura de estas, por ejemplo, un muslo que le resultó excesivamente duro, o cómo tuvo que comprar un ablandador de carne para hacer masticable la carne de unos bíceps.