Las orcas (Orcinus orca) son consideradas como el mayor depredador marino entre todos los animales que coexisten en el océano. Su gran tamaño, que puede alcanzar los 9 metros de longitud y dotarlos de un peso de 6 toneladas, no es ni siquiera el atributo que destaca cuando cazan, sino su coordinación al adaptarse a estrategias colectivas, con el objetivo de devorar a sus presas en conjunto.
Estos animales, que pueden sumergirse hasta 250 metros y nadar a una velocidad de 40 kilómetros por hora, son conocidos precisamente por organizarse en grupos al momento de cazar. Por lo general, las hembras adultas son las que lo hacen con mayor frecuencia, puesto que tienen que alimentar a sus crías.
A pesar de que se sitúan por encima de todos los animales marinos en la cadena trófica y están presentes en todos los océanos del mundo, sobretodo en el norte del Pacífico, tal como detalla el Servicio Nacional de Pesca Marina de Estados Unidos, hasta el momento no había existido ningún registro audiovisual en el que se observe como cazaban una ballena azul, considerado el animal más grande del planeta.
La publicación de una investigación titulada "The first three records of killer whales (Orcinus orca) killing and eating blue whales (Balaenoptera musculus)" (Los primeros tres registros de orcas cazando y devorando ballenas azules), en la revista científica Marine Mammal Science recopiló avistamientos y material audiovisual de tres diferentes sesiones de caza, entre el 2019 y 2021, en las orcas atacaban a una ballena azul.
La grabación de la primera escena de caza se suscitó en Bahía de Bremer, al occidente de Australia, en marzo del 2019. Un grupo de científicos que estaba desarrollando un estudio enfocado en cretáceos registró la escena, en la que se puede observar a una docenas de orcas atacando de manera organizada a una ballena azul, cuya especie alcanza una longitud de 26 metros y puede llegar a pesar entre 130 y 150 toneladas, hiriéndola con repetidos ataques coordinados, y devorando su cuerpo posteriormente.
El ataque duró aproximadamente 6 horas, en las cuales la ballena azul repelía momentáneamente los ataques mediante el aleteo de su cola. Tras la muerte de la presa, cerca de 50 orcas se alimentaron del cuerpo.
El equipo científico registró otros dos ataques, uno sucedido un mes después, en el que 26 orcas atacaban a una cría de ballena azul, y el tercero, en marzo del 2021, en el cual entre 50 y 70 orcas depredan a otra ballena azul.
Los autores del estudio destacaron que la caza de ballenas azules por parte de orcas, que en un principio parece una amenaza adicional para esta especie de ballenas, las cuales se encuentran en peligro de extinción, puede en cambio tener connotaciones positivas en torno a su conservación, puesto que, como señalan científicos, las especies retoman hábitos de cacería antiguos cuando se restablece una fuente de alimento.