Un rebrote de COVID-19, en al menos 14 provincias de China, ha provocado que el país reactive sus medidas de bioseguridad. Se presume que por esa razón, las autoridades hicieron una invitación a los hogares de abastecerse de suficiente comida.
El pasado lunes 1 de noviembre, el ministerio de Comercio publicó un aviso en su página web: "se invita a los hogares a almacenar cierta cantidad de productos de primera necesidad para hacer frente a las necesidades cotidianas y a casos de urgencia".
El mensaje no precisa el motivo de este llamado ni si el país está amenazado por escasez alimentaria.
El ministerio llama a las autoridades locales a facilitar la producción agrícola y las cadenas de suministro, a vigilar las reservas de carne y verduras y a mantener los precios estables.
Lea también: Los congelados: el nuevo peligro y vía de rebrote del virus en China
En el momento álgido de la epidemia de covid-19 en China, a principios de 2020, las cadenas de suministro se vieron perturbadas por la aplicación de cuarentenas en numerosas partes del país y el bloqueo de muchas carreteras.
Cerca de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en febrero, el gobierno quiere evitar una expansión de la epidemia y ha tomado medidas radicales tras la aparición de brotes esporádicos en el norte del país.
Al menos 6 millones de personas fueron confinadas, especialmente en la ciudad de Lanzhou, a 1.700 km al oeste de Pekín.
Aun así, el número de casos es muy bajo comparado con otros países: 71 nuevas infecciones el martes y 92 el lunes, el valor más alto desde mediados de septiembre.
Además de las restricciones sanitarias, China se vio impactada en el verano boreal por fuertes inundaciones que castigaron la producción agrícola y empujaron los precios al alza.