El pasado 8 de febrero del 2024, personal de limpieza del hotel SoHo 54 en el Bajo Manhattan halló a la ecuatoriana sin vida debajo de una manta y junto a una plancha llena de sangre, por lo que se presume que el artefacto fue utilizado para golpearla.
De hecho, las autoridades encontraron trozos de plástico incrustados en la cabeza de Denisse. Mientras que el examen forense determinó que sufrió una compresión del cuello y traumatismo craneoencefálico contundente.
Por el momento, el sospechoso del crimen aún no es atrapado por la Policía, pero The New York Post reveló algunas pistas que podrían servir para localizarlo.
Ese medio accedió a una foto captada por una cámara de seguridad, en la que se observa al sujeto caminando por una calle cerca del hotel. Lo curioso es que llevaba puesto unos pantalones de un color claro, que serían de Denisse.
“Tenemos un video de la mujer que llega al lugar, usando un par de leggings y luego tenemos a un hombre saliendo del hotel usando las mismas leggings y también tenemos un par de pantalones masculinos en la habitación del hotel. Había sangre por todos los pantalones”, afirmó Joseph Kenny, jefe de detectives de la policía de Nueva York.
Además, los agentes monitorean las transacciones con tarjeta de crédito que ha estado haciendo el sospechoso en el sistema de metro y para comprar comida. Por lo que en cualquier momento podría ser detenido.
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La compatriota llevaba cinco años viviendo en Nueva York con su hijo de 18 años y un sobrino. Además, una de sus amigas comentó que se ganaba la vida limpiando habitaciones en hoteles.
“Ella quería una vida mejor porque en Ecuador hay mucha gente mala. Era muy peligroso”, narró Edwin Cevallos , hijo de la víctima, a Daily News. Añadió que su madre había estado “muy nerviosa y preocupada” días antes del crimen.
La familia de Denisse y sus amigas piden a las autoridades estadounidenses que encuentren al responsable del homicidio y esclarecer los motivos del hecho
El cuerpo será trasladado a Ecuador para el entierro. De hecho, en Guayaquil viven los padres de la occisa y otro hijo de 13 años.
“Ella siempre estuvo trabajando para darnos la mejor vida en este país... Siempre tenía dinero para cubrir cualquier cosa en la casa. No le debía dinero a nadie”, comentó Edwin Cevallos.