Internacional

Las migrantes valientes en Paris

Marta, Rosario y María tienen más de 20 años radicadas en Paris. Consideran Francia como su segundo país donde pudieron educar a sus hijos y trabajar duro para mantener a su familia. Cada domingo se reúnen en el “Parc de la Muette” para recordar y soñar un futuro mejor para Ecuador.

Hace más de 20 años que la comunidad ecuatoriana se reúne al pie de la gran rueda en el Bosque de Boloña para charlar escuchando pasillos y comiendo fritadas, hornados, caldos de bola, llapingachos, churrascos, o mote pillo.

Hoy es un día especial porque sobre una mesa blanca repone la Virgen de Lourdes. El 15 de agosto se celebró la elevación de la Virgen María al Cielo. “La fiesta de la Asunción en Lourdes es un acontecimiento mayor para los católicos de todo el mundo, en el que cada año miles de peregrinos acuden a Lourdes. Hoy la homenajeamos entre ecuatorianos”, explica la doctora Hidalgo, una de las asistentes más joven de la comunidad reunida. "Ella es la reina de Francia. Fui parte del grupo de ecuatorianos que viajó a Lourdes para adquirir una estatua de la virgen y cada año nos acompaña en el parque de la Muette", acota la quiteña Rosario Torres que tiene 24 años radicadas en Paris.

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Son casi las 15 horas y unos treinta ecuatorianos siguen reunidos disgustando la fritada del día. Unos niños juegan pelota, un dj improvisado toca música de la sierra y el ambiente es de lo más ecléctico. "Acá tenemos gente de la costa, la sierra y últimamente nos acompañan unos kichwas de la comunidad salasaka”, relata Rosario que agradece Francia por las oportunidades que recibió desde su llegada. "Es un país maravilloso y generoso, nos ha dado educación y el pan de cada día para nuestros hijos. Quisiera regresar a Ecuador pero tengo diabetes de tipo 1 y necesito 1000 dólares mensuales de tratamiento. Allá me moriría, acá si cotizas y trabajas honestamente y legalmente la medicina es gratuita”, finaliza la mujer que se dedica al cuidado de ancianos y niños.

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Marta Núñez es de Ambato y tiene 34 años en la capital gala. “Me jubilé acá y agradezco Francia por recibirme cuando la situación en Ecuador era invivible. Pensaba regresar pronto a Ecuador pero mi esposo fue detectado con cáncer y por su tratamiento decidimos quedarnos acá. Nuestra tranquilidad siempre será en Ecuador. En algún momento regresaremos”.

¿Cómo está percibido el ecuatoriano en Francia? “Muy bien”, contesta Rosario. “Nosotros tenemos el sello de trabajar bien y ser honestos”. En cuanto a Marta añade que todos son embajadores de su país: “Acá todos cocinamos, damos a conocer nuestra cultura en Paris. A veces la policía se acerca para verificar nuestra identidad pero muy rápidamente se van porque somos gente de bien”.

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Se acerca la lojana Gloria Collahuazo. Con más de 20 años en Paris se dedica a vender comida ecuatoriana a su gente desde maduro con queso, bolones de verde hasta parrillada en casa. “Para mí es importante que nos reunamos cada domingo acá, hacemos un pedacito del Ecuador entre compatriotas”. ¿Quiere regresar a su país? Claro que sí pero me da un poco de temor. Siempre es un tema del cual hablamos con mi familia. Tenemos el corazón dividido en dos”.

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