La brecha de género en Ecuador es aún muy pronunciada, es una de las conclusiones del informe Perspectiva de Género en los cargos directivos de las Empresas Ecuatorianas, elaborado por la Organización y Promoción de la Economía Violeta (OPEV) junto a ESAI Business School, Ipsos y la Superintendencia de Compañías.
El informe recolecta datos de 2013 a 2018 que evidencian la brecha de género en las empresas. Es así que en 2018 el 34% de las 54.990 empresas registradas en la Superintendencia de Compañías tenían a mujeres en sus presidencias ejecutivas. En relación a 2013, con 50.909 empresas registradas, el aumento es solo de dos puntos porcentuales.
Por tamaño de empresa, las mujeres tienen más participación en las presidencias de las pequeñas empresas, con un 35,69%. En cambio, en las grandes empresas, el 22,68%.
En las gerencias generales de las compañías, el estudio revela cifras similares a la participación de las mujeres en las presidencias ejecutivas.
“En Ecuador se ha trabajado en promover una mayor igualdad de género en el acceso a la educación, la política y, en menor medida, al mercado laboral. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia de que se haya profundizado en el tema de la participación femenina en los cargos de liderazgo o en los directorios de las empresas del país”, indica el informe.
Ana María Pesantes Salazar, directora ejecutiva de la Organización y Promoción de la Economía Violeta (OPEV), indica que además de la escasa participación de las mujeres en cargos directivos de las empresas, hay otras situaciones relacionadas a la brecha de género, como que el 47% de mujeres trabaja en mercados informales, la probabilidad de las mujeres de estar en trabajo inadecuado es de 30 puntos mayores que los hombres, y estar en la pobreza es 15% mayor.
“Es una situación preocupante y con el Gobierno estamos desarrollando el proyecto de economía violeta y vamos a firmar el pacto nacional por la economía violeta en los próximos meses; la idea es que tengamos planes de acción. El planteamiento de la política de una economía violeta va de la mano con el trabajo que nosotros como organización estamos desarrollando en el sector privado: tratar de que las empresas tengan políticas internas que pueda ayudar a las mujeres”, explica.
Pesantes considera que el Estado debe promover políticas de género para aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral y cargos directivos. Por ejemplo, señala que legalmente las empresas deben tener cuartos de lactancia, pero pocas los tienen. “No hay nadie que esté revisando que estos temas se cumplan. Las empresas no tienen estas políticas porque no las conocen. Si entra como agenda de Estado, la gente va a saber qué es igualdad de género”.
El informe recomienda que el Estado promueva políticas que incentiven y no sean obligatorias. Una de ellas es la disminución de impuestos a empresas que cumplan con la paridad de género en los cargos directivos.
Otra propuesta es que el Estado financie el permiso paternal, así como el maternal, pues el primero es cubierto por los empleados.