La situación extraordinaria que se vive a causa del COVID-19 nos ha hecho repensar nuestros hábitos de limpieza.
Los fabricantes de una marca de desinfectante han creado un manual de limpieza y desinfección, con el que se intenta resolver todas las dudas sobre el correcto uso de esos implementos y productos
Las búsquedas en internet sobre limpieza y desinfección aumentaron de forma significativa y, animados por las consultas y dudas recibidas por los consumidores sobre cómo desinfectar, esta compañía realizó un estudio con más de 2.000 personas que arroja resultados concluyentes y una certeza: la crisis sanitaria ha cambiado los hábitos de limpieza de las personas.
Así, un 76,2% de los encuestados afirma haber cambiado sus hábitos de limpieza y confirma limpiar mucho más.
Un 74,2% sabe que bacterias y virus pueden permanecer durante horas en las superficies y un 63,4% está preocupado por los que pueda haber en las superficies de su hogar.
Con frecuencia vinculamos limpieza a desinfección, pero son dos procesos distintos, aunque puedan producirse simultáneamente.
Sin embargo, existen algunas contradicciones y dudas a la hora de utilizar los productos de limpieza y sus propiedades y en qué zonas debemos prestar mayor atención.
Limpiar es eliminar la suciedad e impurezas que hay en las superficies. Cuando limpiamos, quitamos polvo, restos de comidas, aceites, grasas e incluso podemos quitar algunos gérmenes, pero nunca los eliminamos.
Por su parte, desinfectar es el uso de productos químicos para eliminar los gérmenes que pueda haber en las superficies y evitar posibles infecciones.
Un 68,6% de los entrevistados considera que el baño es la zona con más gérmenes, y en especial el sanitario.
Pero hay otras superficies que debemos tener en cuenta y prestar especial atención, en concreto, las que preparamos alimentos como la encimera, la tabla de cortar o la nevera. También las zonas de contacto frecuente como teclados, móviles, interruptores, barandillas o grifos.
En muchas ocasiones, será suficiente con limpiar, pero hay superficies y situaciones -hogares con niños pequeños o personas enfermas- donde será más necesario desinfectar para evitar la propagación de infecciones.
Existen productos que combinan ambas propiedades y que nos permiten limpiar y desinfectar utilizando un único producto. Son los denominados biocidas.
Cuando hablamos de limpieza, con frecuencia nos referimos a eliminar gérmenes. Estos son microorganismos imperceptibles que solo veremos a través de un microscopio.
Existen 3 tipos de gérmenes que podemos encontrar en un hogar: bacterias, virus y hongos.
Se propagan a través del aire y del contacto de una superficie contaminada o de entrar en contacto físico con una persona infectada.
Por eso, con unos buenos hábitos higiénicos saludables, como por ejemplo lavarse las manos y una correcta limpieza y desinfección de la casa, podemos romper la cadena y frenar el contagio en la mayoría de los casos.
Es muy importante una limpieza y desinfección habitual de las superficies que nos rodean en nuestro hogar, como el lugar donde preparamos los alimentos o el cuarto de baño.
También es muy importante limpiar y renovar los elementos que utilizamos para limpiar como las esponjas y los estropajos para no trasladar los gérmenes de un lugar a otro y poder eliminarlos.