En agosto, el empresario le envía la foto de un cheque, y le pide una factura,
“porque mi contador está que llama”.
Y las reuniones siguen. En septiembre el empresario quiere enviar un proyecto al estilo
“China Town”.
EL NEGOCIO DE LAS CÁMARAS
Todo indica que Dalong era un intermediario hacia otra empresa, interesada en el negocio de las cámaras para monitoreo.
Ellos están al tanto de que una empresa de la competencia se reuniría a mediados de junio, en la administración norte del Municipio.
“Cuidado, envíale al César, para que no nos quiten el negocio”, se advierte en uno de los chats.
“Amigo, gestioné que el Patronato también te compre las cámaras”, se lee en otro chat.
Es claro que a la empresa proveedora deben demostrarle que tienen relación directa con el Municipio.
“Si no, no nos da exclusividad este fabricante. Entiendes? Es política”.
Ellos son conscientes de que las llamadas son rastreables, y en ciertos tramos se envían instrucciones para usar un canal paralelo de comunicaciones, conocido como We chat.
Las gestiones continúan en septiembre. Y en octubre,
el hermano del alcalde menciona que son 500 cámaras (bodycams), 150 para lo que resta de 2019 y 350 para 2020.
Queda en claro que trabajan para que los TDRs (términos de referencia de los pliegos de contratación) se apeguen a la marca que ellos impulsan. Discuten el valor de la oferta, que supera el millón de dólares.
En los chats circulan documentos oficiales del Municipio de Quito, como el oficio Arquitectura de Cámaras de Seguridad.
Se congratulan por ganar un concurso, pero se lamentan porque su contacto en la esfera de decisión salió de su cargo. “Ahora nos toca hacer el loving con el nuevo”. Ni siquiera saben como se escribe el verbo que ellos ejecutan a la perfección: lobby para intereses privados.
En uno de los chats se lee una petición de fondos, pero la respuesta es contundente:
“Transferencias no te puedo hacer porque todo es rastreable”. Se menciona a un intermediario quien
“no sabe nada de los extracostos”.
En abril, en plena pandemia, Sebastián Yunda pide que le paguen
“algo del pago que tenemos”, y recibe la respuesta que
pronto llegarán 10 mil en efectivo.
(Continuará)