En un giro inesperado en el turismo egipcio, un perro mestizo llamado Apollo se ha robado el protagonismo en la cima de la pirámide de Kefrén. El video de este curioso canino explorando uno de los monumentos más icónicos del mundo ha capturado la atención de millones de usuarios en las redes sociales.
El momento se hizo viral gracias a un video compartido por Alex Lang, quien filmaba mientras realizaba parapente. En el clip, Apollo aparece tranquilo y curioso, olfateando el aire y recorriendo la cima de la pirámide, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo logró llegar allí. “¡Este perro subió la pirámide!”, escribió Lang, desatando una ola de asombro.
Sin embargo, detrás de estas adorables imágenes virales hay una realidad que merece nuestra atención: muchos de estos perros son callejeros que sobreviven en un entorno hostil. Y que aún se encuentran en la búsqueda de un hogar.
Ibrahim Elbendary, cofundador de la Fundación Estadounidense para el Rescate de Animales en El Cairo, asegura que Apollo, un perro callejero que vive en el complejo piramidal junto a sus hermanos, es uno de los muchos animales que reciben atención de organizaciones de rescate. Estos grupos brindan cuidados esenciales, incluyendo alimento, agua y atención médica, y además ayudan a que los animales encuentren un hogar adoptivo.
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Según Vicki Brown, también cofundadora, la labor de la fundación se extiende no solo al complejo piramidal sino a otras áreas, donde trabajan para mejorar la vida de estos animales callejeros en Egipto.
La historia de Apollo no solo ha destacado la vida de los perros callejeros en Egipto, sino que también ha puesto en el centro de atención la labor de las organizaciones que luchan por su bienestar.
El video ha servido como un llamado a la acción para muchos, alentándolos a aprender sobre la situación de estos animales y a considerar la adopción.
En medio de este revuelo, han surgido más videos virales de perros que también se atreven a escalar las pirámides de Egipto, mostrando que la curiosidad y la aventura no conocen límites.