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Gianna Haro, naturalista por esencia

Bióloga, guía naturalista, emprendedora y viajera. Desde Alaska hasta la Antártida, y en cualquier lugar del mundo, su motivación es tocar la vida de las personas con un mensaje de cuidado y respeto por el planeta.

28 agosto 2023 - Personajes

Algunos lo llaman “el Laboratorio de la Evolución”, Gianna simplemente lo llama “hogar”. Los recuerdos de infancia de esta bióloga reposan en playas de ensueño, de arena blanca con contornos de roca de lava negra, aguas turquesas, con abundante vegetación y animales endémicos. Ese lugar no tiene otro nombre, por supuesto, es Galápagos.

“Pasé la mayor parte de mi tiempo al aire libre, recogiendo flores silvestres, jugando con lobos marinos y nadando con iguanas marinas; recolectando insectos muertos y plantas secas e inventando nombres científicos para guardarlos en frascos en mi sótano.” Así Gianna recuerda su infancia y en ella ve reflejada su identidad y el camino que ha recorrido. “Cuando era niña no teníamos luz, ni agua todo el tiempo en las islas, crecí sin televisor, sin teléfono. Y esto fue lo que me ayudó a conectarme con la naturaleza aún más, a crear historias y juegos sorprendentes en el patio de mi casa para mantenerme entretenida. Mi familia nunca tuvo mucho dinero, pero nunca lo supe, porque en la naturaleza y el amor de mis padres y hermano tenía todo lo que necesitaba, no me faltaba nada. Todos los días agradezco por esa niñez, por esa falta de ‘comodidades' que me dieron las riquezas más grandes”.

$!Foto: Instagram | plankton_chaser

Y fue esa creatividad la que la llevó a estudiar Biología en la Universidad de California, en Santa Bárbara (UCSB), por sus propios medios, siendo la primera en su familia en obtener un título universitario. Al regresar en el 2016 se certificó como Guía Naturalista del Parque Nacional Galápagos. “Convertirse en Guía de Galápagos no es algo que puedas hacer en cualquier momento; el curso se ofrece aproximadamente cada 10 años, hay una rigurosa prueba de admisión y seis meses de cursos y exámenes para graduarse”. En ese camino, también se certificó como educadora de campo de National Geographic, lo que ha complementado su trabajo.

Sus viajes y aventuras

“Mi trabajo es educar e inspirar, interpretar y compartir mi conocimiento de la biodiversidad”. Este trabajo, Gianna no solo lo ha hecho en Galápagos, también en Alaska siendo guía y educadora de la naturaleza. “Cuando no estoy en las islas, estoy en barcos dando charlas sobre diferentes temas como: oceanografía, la importancia del plancton, calentamiento global, evolución, historia humana, historia natural enfocada en Galápagos y Alaska”. Como educadora de campo se encarga de realizar actividades de aprendizaje según el currículum educativo de National Geographic donde los niños y jóvenes aprenden sobre la importancia de la ciencia en la naturaleza a través de juegos, uso de herramientas como microscopios, creatividad e imaginación.

Su joven vida la ha llevado por muchos lugares, pues nos cuenta que desde pequeña creció con historias de exploradores, entre ellos Charles Darwin, “antes de dormir mi mami nos leía cuentos a mi hermano y a mí y es de ahí que nació mi amor por la lectura y por viajar, que son muy parecidos”. Con esa visión, Gianna ha tenido la oportunidad de conocer lugares que ella cataloga como hermosos y de gran aprendizaje, como Hawái, donde trabajó en el Parque Nacional de Volcanes con plantas invasoras, Egipto donde representó a Ecuador y a Guayaquil con la Wild GYE Initiative (Iniciativa Guayaquil Salvaje), específicamente en el Convenio de la Diversidad Biológica; Alaska, donde trabajó como Guía Naturalista para Lindblad Expeditions National Geographic, Colombia donde fue para un proyecto de escritura, México donde se certificó como instructora de apnea (es la primera mujer instructora de apnea en Ecuador) y otros lugares que ha conocido como Antártida, Brasil, Perú, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Belice, Inglaterra, Irlanda, Italia y Suiza.

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Inspirando a través de historias

Pero esta bióloga no se queda ahí, el cine documental es un género que en los últimos años llegó a su vida, de ahí surgió “Journey Back to Alcedo” (El viaje de regreso a Alcedo), un filme que habla sobre dos mujeres y un volcán, su eterna amistad y el amor por cuidar el planeta. “Me inspiré en la falta de información que vi sobre la gente de Galápagos... Las mujeres científicas están liderando investigaciones pioneras en todo el mundo; sin embargo, según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, menos del 30 % de los investigadores científicos del mundo son mujeres. En las Islas Galápagos, las mujeres estuvieron entre los primeros colonos, trayendo nueva vida y manteniendo vivos los recuerdos, sin embargo, hasta mediados del siglo XX, las mujeres no fueron completamente aceptadas o reconocidas como científicas o cualquier otro tipo de actividad profesional”. Gianna asegura que al contar esta historia espera inspirar a otras personas, especialmente a mujeres, a seguir carreras en ciencia y fotografía de vida silvestre. El documental llegará a finales del 2023.

Emprendedora ambiental

Su última creación es “Taguashá”, una opción sustentable para el cuidado de la piel. Cuando conoció sobre las gua shas decidió investigar y aprendió que las primeras gua shas estaban hechas de cuernos de rinoceronte; hoy en día son de metal, cristales o madera, recursos extraídos de la tierra, lo que genera un fuerte impacto socioambiental y, en ocasiones, explota el trabajo de comunidades vulnerables. Fue así como decidió crear la primera gua sha sostenible eligiendo la Tagua para fabricarla. “Taguashá cree en un mundo donde coexistimos con la naturaleza, porque de ella nacemos. Creo firmemente que todos los humanos somos hermosos, con o sin arrugas, con manchas o sin manchas; al igual que diferentes árboles tienen diferentes cortezas, aún así todos son hermosos a la vista. Cuando se creó Taguashá; la naturaleza, la sostenibilidad y el comercio justo siempre estuvieron en mi mente.”

Cuando le pregunto por qué cree que no cuidamos el continente como cuidamos las Galápagos ella me contesta que hay una falta de conexión y de pertenencia hacia la naturaleza en el continente y eso crea la falta de respeto. “La clave está en la educación, una población educada jamás será explotada, ni explotará sus propios recursos”, me contesta esta bióloga que pronto estará emprendiendo un viaje para realizar una Maestría en Manejo de Recursos Naturales, en la Universidad de Cornell.

¿Qué sientes al estar debajo del agua, en el mar?, le indago. “Se siente estar en casa. Me siento que pertenezco a algo inmenso e importante... Es como una meditación en movimiento que me da mucha paz y alegría. Muchas veces me encuentro sonriendo bajo al mar y agradeciendo de estar ahí y ser parte de esa energía en ese momento”.

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