El pasado desconocido en bares y ruinas financieras de Jason Momoa
12 noviembre 2020 - Personajes Redacción
Jason Momoa, que irrumpió en “Juego de Tronos” de HBO con el papel de Khal Drogo, fue uno de los que sufrió el fenómeno de la escasez entre el elenco y fue arrollado por el mismo. “Estábamos muriéndonos de hambre después de grabar la serie...No podía conseguir trabajo. Es todo un reto cuando tienes bebés y estás totalmente endeudado”, afirmó el actor para el portal web InStyle, donde aseguró haberse quedado “completamente endeudado” después de sus dos temporadas en la serie.
A pesar del alcance mundial que tuvo la ficción de HBO, y tras haberse convertido en el mito erótico de los seguidores, quienes suplicaban porque su destino no fuese el mismo que el de gran parte de los personajes que aparecen en la ficción, Momoa no extraña a Khal Drogo. “Al final siempre hay que ser consciente de cuándo uno ha terminado con un personaje y tiene que simplemente dejarlo ir y afrontar al siguiente proyecto”, compartió.
En buena hora, no tuvo que esperar mucho para salir del hoyo al que lo había metido “Juego de tronos”. Después de muchos intentos fallidos, Jason Momoa fue elegido para interpretar al rey de los mares en “Aquaman”, convirtiéndose en una estrella internacional y acariciando el éxito, por fin, que le había arrebatado la ficción medieval.
Con el cabello dorado y los ojos del color del océano, muy poco tiene que ver el Aquaman que muestran los cómics de Marvel con el que el director, James Wan, trasladó a la gran pantalla con “Aquaman”.
“Solo hay que verme a mí. No me parezco en nada al personaje tal y como lo habíamos visto hasta ahora”, dijo a ABC entre risas Jason Momoa, encargado de interpretar al superhéroe que se había convertido en el objeto de burlas de sus compañeros de la Liga de la Justicia.
Para preparar la película, Momoa se sometió a intensas y largas sesiones de entrenamiento, aunque su físico deja claro que no era la primera vez que había hecho una rutina así. “Ha sido duro prepararme para ser Aquaman. Tuve que entrenar mucho, pero también he aprendido muchas cosas nuevas como cómo utilizar un tridente, nadar con muchísima soltura o a hacer como que puedo hablar debajo del agua…”, explicó el actor durante la promoción del filme.
Con el superhéroe de Marvel, su primer papel protagonista en una superproducción, comparte dos pasiones en común: “la Guinness y el mar”. La primera de estas le “costó” la cicatriz que actualmente tiene en la ceja izquierda, la cual no le ha venido nada mal para algunos de los personajes que ha interpretado, como Conan el Bárbaro. Sucedió hace ya diez años en un bar de Hollywood cuando se vio envuelto en una pelea y alguien le golpeó en la cara con un vaso. Para conseguir cerrar la herida, los médicos necesitaron 140 puntos de sutura.
No es la única cicatriz que tiene en la cara. Según reveló en una entrevista con ComicBookMovie, Momoa le pidió a un amigo que le rompiera la nariz para protagonizar Conan el Bárbaro (2011). “Quería tener mi nariz rota para el papel, pero no estaba seguro de cómo conseguirlo. Le dije, tío, tengo una idea. Creo que deberías romperme la nariz de un golpe, ¿lo harías? Mi amigo simplemente lo hizo muy bien, maldita sea”, relató el actor.
Su primera aparición en la pantalla fue en 1999, el mismo año que presentó la gala de Miss Hawaii, y lo hizo con un bañador rojo, mientras vigilaba las playas de Santa Mónica. El estadounidense también hizo carrera como modelo tras ser descubierto por el diseñador internacional Takeo en 1998. Desde entonces, se le ha visto en “The Red Road” o en la producción que hizo para Netflix, “Frontier”; incluso ha compartido plano con Bruce Willis y Famke Janssen en “Once Upon a Time in Venice”.
“Con el tiempo me he dado cuenta de que lo que quiero es contar buenas historias y por eso también me he puesto en el otro lado de la cámara, como productor y como guionista”, asegura Momoa, quien también tiene su propia productora Pride of Gypsies.
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