Camila Pérez, una voz cálida y versátil
Camila Pérez ha logrado enamorar los oídos de miles con su maleable y potente voz. Su trabajo, que es una reconstrucción de experiencias y una colección de emociones, combinan una fusión de ritmos folclóricos nacionales y sudamericanos. Sus sencillos “Estela”, “Háblame”, “Prefiero” y “Te olvidaré” son un abre boca de las próximas canciones que están por venir, a las cuales las define como eclécticas, mutantes y con historias prestadas.
Conversamos a profundidad con la artista guayaquileña, de 32 años, en nuestra edición de Agosto quien nos cuenta más de su carrera y pasión en las siguientes preguntas:
Como cantautora, ¿Cuál fue la canción que más te costó componer y cuál es el desafío?
Creo que hasta ahora “Estela”. Fue la primera canción que saqué en pandemia. “Estela” es una canción cortita y la gente siempre me pregunta que por qué no es más larga si es demasiado linda y yo les digo que justamente por eso me tomó bastante tiempo terminarla, porque yo la escribí casi completa, pero por tanto tiempo me tomó darme cuenta que la canción ya estaba terminada. Porque era corta y pensaba ¿qué más hago en la siguiente estrofa? Yo sufriendo porque pensaba que le faltaba algo, era muy corta durar solo 2 minutos, lo cual es inusual ahora. Hasta que llegué a un punto que dije no, la canción ya dijo todo lo que tiene que decir. Me costó mucho soltar. Ese saber cuando una canción ya está terminada no siempre es fácil.
¿En qué te inspiras para componer tus canciones?
Escribo especialmente ahora bastantes historias prestadas, que tienen algo de mí, algo que siento, que me ha pasado o algo que me importa. Si bien es cierto que no siempre son historias mías como “Virginia”, son temáticas que me interesan a mí, me apasiona o sobre lo que tengo una opinión fuerte. Yo creo que es muy difícil contar una historia prestada si no te conectas con ella.
Hay otras artistas ecuatorianas que tienen un estilo similar al tuyo, ¿cómo te diferencias de ellas?
Yo creo que solamente el hecho de ser cantautora es demasiado bacán porque cuando escribes, cuando tú creas algo ya pasa de ser algo meramente estético a ser algo mucho más íntimo y personal, mucho más de propiedad intelectual. Con las canciones tenemos tantos elementos que no se van a repetir como: la melodía, la guitarra, el arreglo con una canción que otra artista haya hecho porque son únicas, y así como yo jamás pudiera hacer sus canciones, ellas jamás lo hubieran podido hacer con las mías. Hay especio para todas, y me fascinan las canciones de Luz, Ceci o Fiebre.
Las redes sociales son una parte fundamental de tu trabajo ¿Cómo es tu relación con ellas?
Las redes son un arma de doble filo definitivamente. He tenido altibajos, he cometido errores, miles, hay cosas de las que me arrepiento, no demasiadas, siento que de todo he aprendido, pero sí he aprendido a ser más cuidadosa con ciertas cosas. Sobre todo, he tratado de ser auténtica. Yo solía ser una persona muy machista y yo ahora leo mi Twitter de cuando tenía 19 años y decía unas cosas... y nunca me he escondido de eso, creo que es importante que la gente sepa que esto de convertirse en mejor persona es un proceso también. Siempre trato en mis redes de hablar sobre eso y admitir, a veces lo hago, me arrepiento por lo que digo y lo reconozco. A veces es duro porque vienen haters bien crueles y ha habido comentarios crueles sobre mi cuerpo, pero hay que tratar de enfocarse con lo que realmente importa y lo que a uno le aporta.
¿Cómo se encuentra Camila Pérez ahora?
Estoy enamorado de mi proyecto y súper en paz. Yo solía ser, o creo que lo vuelva a ser en algún momento, una persona muy romántica, muy orientada hacia como las relaciones y el amor; y eso no se en qué momento cambio, sin resentimiento ni nada. Simplemente llegó un momento en el que yo me enamoré tanto de mi proyecto y de lo que estoy haciendo. Mi enfoque es que tengo muchísimo que dar y a quien más tengo que darle ahorita es a mi misma -por cursi que suene ya ja ja ja- y estoy tan feliz con eso. En algún momento de mi vida pensé que eso no era posible. Me siento tan cómoda con mi propia compañía y con todo lo que he visto que soy capaz de hacer. Aprendí muchísimo en la pandemia, especialmente de producción y es como que ahora soy profesora, soy productora, soy cantautora y hago exactamente la música que quiero hacer.
CURIOSIDADES DE CAMILA:
¿Tus cantantes favoritos?
Sin ningún orden específico: La Torre, Fiebre, Swing Original Monks, Luz Pinos y Neoma. E internacionales: Nathy Peluso, Rosalía, Vicente García, Jorge Drexler.
¿El soundtrack de tu vida?
Eso definitivamente es una combinación de canciones de salsa vieja, de Rubén Blades, Willie Colón y Héctor Lavoe. O sea, ese es un playlist de varias canciones de ellos, de la vieja escuela. Yo creo que es la música que más me apasiona, me ponen salsa y yo, de hecho, en las fotos de la revista fue increíble, la producción, me encantó y cuando me decían ‘¿qué música quieres poner?’ y después puse salsa... ahí fue como que yo cambie. Me salieron todos los nervios y me di cuenta y dije yo tengo que poner salsa cuando esté en sesiones de fotos, ese es mi oasis, me fascina la salsa, en otro nivel.
¿Con quién te gustaría hacer colaboraciones?
Me encantaría hacer una colaboración con Neoma y con Fiebre, con todos los artistas que te acabo de mencionar es mi primer target. E internacional, me encantaría con Vicente García y con Los Amigos Invisibles, ¡los amo! Obvio hay mil artistas más pero con ellos.
¿Qué te hace ser guayaca?
El verde, yo desayuno tigrillo todos los días de mi vida. Yo creo que mi personalidad es guayaca, yo hablo muy guayaco, creo que tengo esa sazón guayaca que me enorgullece mucho, creo que mi sentido del humor es bien guayaco, tengo esa irreverencia del guayaco.
¿Y qué te hace ecuatoriana?
A mí me fascina este país por ser un país tan diverso y tan chiquito al mismo tiempo, me encanta el tema de la naturaleza en Ecuador. Yo buceo, el hecho de que te puedes ir a subir una montaña durante el día y bajar inmediatamente te vas en un avión a Galápagos y puedes hacer en el mismo día buceo, eso es algo que pocos países pueden decir. Siento que yo no soy mucho de nacionalismo ciego, a fin de cuentas me considero ciudadana del mundo, pero realmente estoy muy orgullosa de mi país y de ser ecuatoriana. Me encantaba que cuando vivía en España y yo decía que era ecuatoriana y todos decían ¿cómo es que conocemos a alguien de un país tan chiquito? Qué raro... Y yo decía ‘sí, me encanta ser de esta pequeña esquinita del mundo’.