Alejandra Paredes: “El teatro fue mi primer amor”
El teatro, el cine y la televisión han sido testigos de su trayectoria artística, pero su faceta activista recién vamos a conocerla hoy.
La había visto en pantalla hace muchos años, pero fue cuando la tuve frente a mí, en el estudio Paulsen, interpretando a Rita Hayworth en “Hollywood somos nosotras”, cuando pude ver su esencia cómica a flor de piel. El teatro no paraba de reír con esta diva, un tanto loca, que sorprendía con su picardía. Su capacidad de llevar a las tablas, con elegante humor a una diva de la época dorada del cine, fue suficiente para concluir que tenía al frente a una actriz que definitivamente estaba amando lo que hacía.
¿Recuerdas el día en que decidiste dedicarte a la actuación?
Decidí ser actriz desde pequeñita, siempre estaba super segura de lo que quería ser. Me alentaba una tía querida que no vive acá y me llevaba a los talleres del Banco Central, donde hacían unos vacacionales y desde ahí, a los 6 o 7 años, entró esa pasión. Pero a medida que va pasando el tiempo tú te vas dando cuenta por qué eres como eres, de quién heredas todas estas cosas y en mi familia no hay actores, no hay artistas, pero sí hay un ímpetu de hacer cosas diferentes, de romper esquemas, creo que eso tambén me viene por los dos lados, sobre todo de mi madre, mi madre es gloria del deporte, es campeona de natación ecuatoriana (Lorgia Orejuela) y es recordada como una gran deportista. Ella hizo muchas cosas que en su época abrieron caminos, hicieron cosas diferentes y tienen su nombre.
Un actor tiene muchas formas de prepararse. ¿Cómo lo has hecho tú?
Desde chiquita estuve en grupos aficionados, con Antonio Santos, de ahí me fui a la Casa de la Cultura, en talleres de televisión. Esos fueron mis primeros pininos y empecé a trabajar desde chiquita en el canal, en el antiguo Si Tv, en “sketches” que me invitaban y luego lo tomé más en serio en un viaje a Estados Unidos. Me gradué del colegio y quise hacer algo diferente. Incluso empecé a trabajar en empresas, en una telefónica y me metí a estudiar diseño gráfico en la Espol, pero no me gustó. Luego me metí a estudiar Periodismo en la UEES, y así pasó, pero llegó un punto en mi vida, que fue cuando tuve mi primer bebé, que dije “voy a ser mamá muy joven, pero voy a ser una mamá feliz”, voy a enseñarle a mi hijo que uno puede ser lo que quiera”. Gracias a esa mirada de mi bebé me decidí a hacerlo 100% profesional, y me metí a estudiar en el ITV, y a la par empecé a trabajar y a meterme en todos los talleres que podía... Pasó el tiempo y años después obtuve mi licenciatura en Comunicación Escénica en la Casa Grande, pero es una carrera que va muy de la mano con la experiencia y eso me ayudó bastante.
Actriz de cine, teatro y televisión...
El teatro fue mi primer amor, el teatro fue lo primero que yo encontré en mi vida y dije “esto es lo que me gusta”. Y me encantaba porque me mandaban textos de Pipo Martínez Queirolo, textos tan bellos, tan profundos, y ese fue mi primer enamoramiento, las artes escénicas. Luego, la televisión es como una máquina de hacer galletas, te vienen los trabajos, y eso es lindo también de la tele porque es otra escuela, la escuela de resolver, pero lo que he aprendido en esta carrera se lo debo al teatro. Indiscutiblemente. Pero antes de hacer mucha tele yo tuve una linda experiencia, que fue hacer cine con Cesar Carmigniani, con la película “La vida de Mercedes de Jesús Molina”, una beata de Guayaquil y tuve el honor de protagonizarla, de investigar la vida de ella para poder interpretarla. Eso fue en el año 2006, hace años, pero de esa experiencia surgió esa profundidad que yo buscaba en hacer los trabajos, en dedicarme a esto, porque la actuación es investigar psicológicamente el personaje, saber cómo es, por qué defiende lo que defiende, cómo se siente, por qué lleva esa vida.
¿Consdieras que algún género es tu fuerte? ¿Podríamos decir que es la comedia?
Exacto y eso es algo que me gusta porque, sin proponérmelo, trato de divertirme y creo que funciona. Cuando tú te diviertes el otro también se divierte contigo. Entonces sí, podría decir que a mí me gusta mucho la comedia, pero el drama es algo que me encanta explorar, siento que hay muchas cosas que se pueden hacer en ese campo. Hay una ventaja en comedia y es que los actores que hemos trabajado mucho en comedia podemos dar un salto super profundo también al drama, es muy rico ver esa transición.
¿Tienes algún personaje que haya marcado tu vida hasta ahora?
A mí me cambió mucho hace años, cuando hicimos la Gata sobre el Tejado Caliente, la dirigió Jaime Tamariz y esa es una obra que, no sé si por la época que yo estaba viviendo, pero te puedo decir que ese personaje, Maggie, me sacó una enseñanza de que una mujer puede conseguir lo que ella desea en su vida si se lo propone y lo lucha. Ese personaje tenía esa fuerza y yo sentía que en mi vida me hacía falta ser como Maggie. Creo que a partir de eso, muchas cosas pude entender de mi vida y de qué hacer.
Cada personaje que yo he hecho me ha hecho crecer como persona, porque he descubierto más acerca del otro, pero conmigo misma. Desde lo que yo soy. Para mí la actuación ha sido como una terapia de crecimiento, una terapia de vida y poder entender al otro desde mi trabajo y desde la investigación. Cada personaje que he hecho ha dejado una huella. Hay un antes y un después luego de que yo termine una temporada teatral.
Entonces, cómo te definirías hoy...
Soy una “actrizvista”. Lo encontré el otro día y dije: sí tiene sentido, nunca voy a dejar de ser actriz y no voy a dejar de hacer artes escénicas, pero estoy llegando a un nueva búsqueda y nuevos caminos que quiero vivir y compartir. Soy una curiosa empedernida, no me caso con nada, aunque sí tengo mis valores y mis principios super enfocados y mi ideología también es super fuerte en mí, pero soy como un libro abierto que me gusta aprender de la vida y de varios temas, de la música, de la buena y de la mala, de las personas, no me gusta hacer juicios, estar presente y comprender. Y creo que va de la mano con esto que me gusta mucho de la actuación porque es una búsqueda y es una curiosidad innata que está en uno presente. De querer descubrir a los otros, querer saber, aprender de los demás. A mí me llena saber, curiosear, investigar.
Hablemos de eso de ser “actrizvista”. Cuéntame de “Hey Reina”, ¿qué es?
Es un movimiento activista donde buscamos empoderar a la mujer. Nace con esta necesidad de querer conversar con una amiga y querer decirle lo importante que ella es, lo valiosa que es y su autoestima puede ser mejor de lo que ya está. Que no se sienta sola porque nosotras también estamos pasando por lo mismo... La bandera es la educación, la mujer tiene que tener su formación, porque sabemos que la mujer tiene que estar empoderada pero debe tener sus bases, en lo que ella sabe que le gusta, pero debe haber formación.
¿Qué contiene el proyecto?
Empezó en la pandemia, haciendo un ejercicio a cámara. Hicimos un video por el Día Internacional de la Mujer del 2021. Se sumaron mis compañeras, mis amigas, a quienes respeto y admiro demasiado, preparé un texto e hice un ejercicio frente a cámara de decirte lo importante y valiosa que eres y luego Hey Reina siguió creciendo. Fue difundido en algunas plataformas digitales, metrovía, todo esto sin fines de lucro. Y donde trabajo, en Paradox, hay una fundación, y decidimos implementar Hey Reina para las niñas. La fudación tiene un proyecto que se llama “Música y Arte para todos”, así que y creamos el Coro de niñas Hey Reina.
En el 2022 hicimos un segundo video, “Poder”, esta vez con otro formato, en una especie de minidocumental, de cuatro mujeres de diferentes realidades, diferentes condiciones en otro sentido, que hablaban sobre su misión. A la par, gestionamos cinco becas para mujeres que querían estudiar. Gestionamos una por la alcaldía, gracias a la Dirección de la Mujer, pudimos conseguir una beca para la Escuela de los Chefs, otra en Paradox para una carrera de tecnología en composición musical y conseguimos tres para interpretación en el estudio Paulsen. Poco a poco va creciendo y el plan más grande es conseguir 100 becas que ya nos las dio el Instituto Paradox para el programa 100/100, que van a ser mujeres beneficiarias de estudios superiores, dentro de las carreras que ofrece el instituto, Composición musical, producción musical, Marketing digital, operación y manejo de drones, creación de videojuegos), son carreras de la nueva era.
Tú hablas de empoderamiento femenino. ¿Qué significa esto para ti?
Es un camino constante, donde nunca paramos de aprender y nunca hay un límite. Aprender, mejorar, superarse, autoconocerse. Es un camino... Hay un proceso de cambio, una transformación. Como dicen, “si tú le das estudio a un niño, estás formando un hombre, pero si le das estudios a una niña, a una mujer, estás formando una familia”. Esa también es una de las misiones de la mujer, que no quede en nosotros, sino que trasciende. Abrimos caminos a los demás.
Curiosidades de Alejandra:
- Está casada con Gorky Alarcón, desde el 2017, y tiene 3 hijos, Santiago (19), Marela Quil (16) y Amaranta Graciela (12).
- Además de la actuación, en Paradox trabaja en el área de vicecancillería, y en la fundación “La vida cambia” trabaja con los chicos en programas de música.
- Aprendió piano cuando era muy pequeña y asegura que esa corta instrucción musical le ha servido para su carrera.
- Sus referentes son Audrey Hepburn, Sophia Loren y Penélope Cruz.
- Se confiesa amante de Xuxa y le hubiera encantado ser la paquita.
- Próximamente estará en tres estrenos para este 2022: la película, “Camino a la Libertad”, que es la historia de la Fragua de Vulcano; estará en la obra “Todos los ríos llevan mi nombre”, con Sarao, en el Teatro Sanchez Aguilar, y en octubre se lanza una serie en Ecuavisa que se llama “Compañía 593”.
