Pensó que sus cambios de humor eran causados por sus hormonas, pero en realidad se trataba de un agresivo cáncer cerebral
Aunque consideraba que ir al médico no era una necesidad en su caso, un fuerte episodio epiléptico la llevó hasta urgencias, donde los profesionales descubrieron cuál era el mal detrás de sus alteraciones en el humor, puesto que no presentaba otra sintomatología hasta el momento. "Fue un gran shock. No había tenido ningún síntoma, quizá algunos cambios de humor, que achaqué a las hormonas, pero nada más", dijo.
Al parecer, Sophie tenía un tipo de cáncer cerebral que no tenía cura. Pese a ello, se sometió a una cirugía en donde se le extirpó el 95% de la masa que le afectaba. Posterior a ello, continuó un tratamiento de radioterapia con el objetivo de mejorar la conducción de su salud, sin embargo, los médicos no tienen esperanza para ello.
"Estaba muy deprimida después de la operación cerebral", mencionó la joven, quien tiene un hijo de 14 meses llamado Remi-James con quien busca crear recuerdos antes de que la enfermedad se tome su vida. "Quiero pasar todo el tiempo que pueda con Remi, pero no puedo estar sola con él, por si tengo otro ataque, así que es frustrante", dijo.
"Me siento culpable por no poder ser la madre que quiero ser", dijo sobre el hecho que más le preocupa en torno a su salud. Asimismo, aseguró que le resulta frustrante pensar que su pequeño la olvidará, sin embargo, agradece que no tenga la edad suficiente como para caer en cuenta de lo que está pasando.