Canciones de vida
La música es la banda sonora de la vida. Donde las palabras fallan, la música habla...
Cuando mi hija era pequeña en cada cumpleaños me encargaba de las sorpresas que se dan a las amigas cuando se termina la matinée. Siempre era un CD. Elaboraba la portada poniendo una foto de mi gorda, el título del disco era la edad que cumplía y en la parte posterior ponía las canciones que más había escuchado en el año.
Hace poco encontré por casualidad una de mis “obras de arte”. Me dio ternura ver a Juliette gordita y orgullosa de su cerquillo en la portada. Al ver el playlist recordé su fanatismo por David Bisbal, Ta Dominado, Justin Bieber y Demi Lovato. Cada canción era un momento que se desprendía de mi memoria, los conciertos que había visto con ella, las largas colas para conseguir la firma de una estrella, los “looks” improbables que adoptaba, sus cantos a todo pulmón mientras la llevaba en auto a la escuela.
La música tiene ese poder de conectar una canción con un recuerdo preciso. Cuando Juliette era bebe y se despertaba de noche, la acostaba en mi pecho y ponía un disco, siempre el mismo, un concierto de Michel Jonasz -un cantante francés que quiero mucho-. A los pocos segundos se tranquilizaba y escuchaba. No dormía, escuchaba. Era nuestro momento.
Con el pasar de los años le hice descubrir las canciones que me hacían feliz y ella fue moldeando sus gustos entre “el bulto hereditario” de sus papas y los nuevos sonidos de su despertar adolescente. A veces me pregunto a qué se parecerían las bandas sonoras de nuestras vidas... ¿Cómo nuestro cerebro selecciona las canciones dentro de la máquina del tiempo?
Según un equipo de investigadores de la universidad británica de Durham todo se cristaliza a los 14 años. A esa edad las canciones se imbrican de manera más estrecha con nuestra propia biografía y se nos quedan grabadas como algo significativo. Hice el intento. 1984: salía las películas Footloose, Ρurple Rain y Cazafantasmas, Ρrince, Michael Jackson, The Ρolice y Madonna sacaban sus mejores discos y los Hits eran Jump de Van Halen, Hello de Lionel Richie, The Reflex de Duran Duran, Hold Me Now de Thompson Twins, Drive de The Cars y Love Is a Battlefield de Ρat Benatar entre otras maravillas.
Debo confesar que me bastó leer las dos primeras líneas de la lista de Hits del año 84 para que se me abrieran de par en par las compuertas del recuerdo. En cuanto a los 14 años de Juliette ya estaban Coldplay, Ed Sheran, Maroon 5 y Katy Ρerry y los playlists tocaban Happy, de Pharrell Williams, All of Me, de John Legend y Counting Stars, de OneRepublic.
Moraleja: Nos quedamos en los 14 como un refugio seguro pero la vida es de momentos y cada uno tiene su canción. La banda sonora de nuestra vida se sigue escribiendo día a día. Estoy terminando esta columna, prendo mi celular en modo aleatorio y suena “High Hopes” de Ρink Floyd. Las primeras notas de piano me trasladan “más allá del horizonte del lugar en el que vivimos cuando éramos jóvenes”. Canción de vida...