Dior invoca en París a las diosas del Olimpo iniciando así la semana de la moda
A un mes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, la diseñadora Maria Grazia Chiuri le puso un ligero toque deportivo a la colección Dior, pero sin descuidar la elegancia, la armonía de los colores.
Túnicas blancas de una simplicidad extrema, anudadas a la cintura y sandalias de talón plano atadas hasta la rodilla.
Para dar el efecto de estatua clásica, Chiuri explicó que trabajó el pliegue a la altura de los hombros.
Muchas espaldas desnudas en esta colección otoño invierno 24-25, que a veces dejaba vislumbrar tops plateados, como si la modelo regresara de la piscina, el pelo de aspecto mojado y peinado hacia atrás.
También había espacio para los vestidos negros de gala, y para cuerpos que dejaban traslucir las varillas.
Los colores estridentes los ponía la artista y militante afroamericana Faith Ringgold, fallecida en abril.
Sus enormes colchas con mujeres que juegan a tenis, nadan o bailan, decoraban el lugar del desfile, en los jardines del Museo Rodin.