Revista Hogar cumple 60 años, ¡brindemos por nuestra historia!
Cumplimos seis décadas de inspiración, empoderamiento y estilo, acompañando a las mujeres con historias, consejos y tendencias, y estamos listas para seguir escribiendo la historia de la mujer moderna.
Era un 18 de septiembre de 1964 cuando nacía la revista que se convertiría en un hogar para las mujeres ecuatorianas. Ahora, en el 2024, celebramos este camino y lo hacemos con aires de cambio, porque para Hogar, reinventarse siempre es y será necesario. Son varias las generaciones que eligieron aprender junto a nosotras, acompañar nuestra evolución e identificarse con nuestras palabras.
Con nuestra innovación digital y el rediseño de nuestras páginas,nos hemos mantenido a la vanguardia de lo que realmente importa para nuestros lectores, ofreciendo contenidos de calidad, adaptados a las nuevas tendencias y necesidades de los usuarios.
Durante 60 años, Hogar ha sido un reflejo de la sociedad. Hemos acompañado a la mujer ecuatoriana en su empoderamiento, promovido el bienestar de las familias y apoyado causas que hacen la diferencia, hemos sido la voz de quienes anhelan romper esquemas y construir su propia fortaleza. Nuestro compromiso, luego de un largo recorrido, continúa firme: acompañar, inspirar y soñar junto a nuestras lectoras.
HOGAR, BRINDO POR TI
Por Rosa Amelia AlvaradoHoy quiero alzar mi copa para brindar por Hogar, indómita revista-mujer de seis décadas, quiero brindar por cada paso, cada recodo de su admirable camino. Brindo por los sueños cumplidos. Brindo porque para ella, lo injusto nunca le fue indiferente y alzó su voz como clarinada para clamar al viento la defensa apasionada de la justicia y la libertad del ser humano, porque Hogar sabía que sin libertad, el ruiseñor muere de silencio en su jaula. Sin libertad, todos morimos lentamente.
Brindo por Hogar, por haber sido voz de la mujer ecuatoriana, por ese canto sonoro que surcó los cielos y que dio alas a la mujer para no sucumbir en las sombras de la invisibilidad y los miedos, por enseñarle a mirar de frente a su destino, aceptar los desafíos y romper amarras atávicas e injustas, a ser dueñas de sus vidas y a no detenerse por recias que fueran las tormentas. Brindo por haber abierto surcos donde sembró la esperanza. Por decir a la mujer, “tú puedes, no te detengas, no bajes los brazos”, Por haber sido guía, fortaleza y nodriza de sus sueños, pero también amiga y confidente. Por haber sido lámpara votiva en medio de la oscuridad.
Brindo por Hogar, la princesa de papel que vino al mundo un 18 de septiembre de 1964 y nació con Mafalda y acaso como la vivaz niña de Quino, también fue rebelde y contestataria. Pero a la vez, se conmueve ante la terneza de la sonrisa de un niño y ante el aroma sutil de la rosa. Hogar es bravía y es tierna a la vez. Es viento huracanado y es remanso de paz. Hogar es conciencia, pero es camino. En su palabra hay firmeza , pero también brisa fresca del alba. Y es palabra sanadora e intuitiva. Esa es Hogar y brindo por ella. Tengo el privilegio de haber renacido junto a ella, de haber compartido enseñanzas y sueños, de haber ido de su mano en una apasionante aventura de hacer caminos al andar, al decir del poeta. Hogar y yo, somos mujeres de dos siglos, con un mismo destino, una misma bitácora, nada hay en mi vida que no haya sido junto a Hogar, estuvimos entrelazadas, unidas por la misma rosa.
Alzo mi copa por ti, querida Hogar, por ser la incansable tejedora de sueños. Brindo por los años vividos y por los que vendrán, por tus alas de gaviota libérrima, por tus apasionadas seis décadas y por renacer todos los días. Tu romería existencial constituye la más bella historia, sin duda, una historia de amor que aún tiene muchas páginas por escribir. Gracias por haberme permitido ser parte de tu magnífica aventura.
¡Salud y feliz aniversario! Continúa tu travesía de cara al sol. Yo estoy viviendo el otoño, tú estás en plena primavera. Sigue airosa con las velas al viento, yo te contemplaré desde la orilla con la rosa y mis recuerdos.
“Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar”
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”