El príncipe Enrique ajusta cuentas con su hermano Guillermo en el final de su documental
Al parecer los dos hermanos no se hablan desde que los duques de Sussex se fueron a vivir a California.
La plataforma estrenó el jueves los tres últimos episodios de su serie documental "Harry & Meghan", en la que la pareja da su versión de los hechos sobre su impactante ruptura con la familia real en 2020.
En esta última entrega, Enrique apunta especialmente a su hermano mayor, el heredero al trono, al que parecía muy unido hasta su boda en 2018 con la actriz estadounidense Meghan Markle.
Ahora parece que los dos hermanos no se hablan desde que los duques de Sussex se fueron a vivir a California.
El joven príncipe, de 38 años, ahonda en la intimidad de la familia relatando la reunión celebrada en enero de 2020 sobre sus planes de mudarse al extranjero con Meghan.
Explica que la pareja propuso entonces estar "mitad dentro, mitad fuera" de la familia real, trabajando para su abuela, la reina Isabel II, pero autofinanciándose.
"Fue aterrador ver a mi hermano gritándome y chillándome y a mi padre (el ahora rey Carlos III) diciendo cosas que no eran ciertas y a mi abuela sentada en silencio y asimilarlo todo", dice Enrique.
"Interpretación errónea"
Enrique mete el dedo en la llaga y acusa al entorno de Guillermo de la cobertura mediática negativa de la que asegura que fueron víctimas él y Meghan, debida en su opinión a que "robaban protagonismo" a otros miembros de la familia real.
"El problema es cuando alguien que se casa y debería ser un actor secundario roba los focos o hace el trabajo mejor que la persona que nació para ello", afirma, apuntando claramente a Guillermo y su esposa Catalina.
El príncipe Enrique también habla de su regreso al Reino Unido en abril de 2021 para el funeral de su abuelo Felipe, marido de Isabel II. Fue "duro", afirma, "especialmente las discusiones con mi hermano y mi padre, que estaban muy centrados en la misma interpretación errónea de la situación".
"He tenido que hacer las paces con el hecho de que probablemente nunca recibiremos una disculpa adecuada. Mi mujer y yo seguimos adelante. Estamos centrados en lo que viene después", afirma.
En los tres primeros episodios, difundidos una semana antes, los duques de Sussex arremetieron principalmente contra la prensa sensacionalista británica por su trato a la exactriz mestiza.
Ahora, En el último episodio, Enrique acusa al diario británico Daily Mail de provocar que Meghan perdiese un embarazo tras publicar una carta que ella había escrito a su padre con quien mantiene una tensa relación.
Estos nuevos episodios son un nuevo ataque a la realeza, en un periodo crucial tres meses después de la muerte de Isabel II y la llegada al trono de Carlos III.
Sin respueta de Buckingham
De momento, el palacio no ha hecho ningún comentario sobre el contenido del documental.
Carlos III, la reina consorte Camila, Guillermo y su esposa Catalina preveían mostrar la unidad de la familia real asistiendo juntos el jueves al concierto real de Navidad en la Abadía de Westminster, que será televisado durante las fiestas.
Y el martes, el servicio de prensa de Catalina y Guillermo publicó una foto de la pareja preferida de la prensa sensacionalista británica vistiendo pantalones vaqueros, sonrientes y relajados mientras caminaban con sus hijos por la finca real de Sandringham. Muy lejos de la imagen formal y privada que retrata de ellos Meghan en el documental.
Los tres primeros episodios de la serie producida por Netflix totalizaron 81,55 millones de horas de visionado, la mayor cifra jamás alcanzada por un documental en su primera semana de estreno, según la plataforma de streaming.
Pero en el Reino Unido, la popularidad de Enrique y Meghan volvió a caer justo antes del estreno del documental, pese a que ya eran los miembros de la realeza más impopulares después del príncipe Andrés, protagonista de un escándalo sexual en los últimos años.
La prensa británica los vapuleó tras los primeros episodios, acusándolos de "indecencia" y de "atentar contra el legado de la reina" Isabel II, en particular al criticar a la Commonwealth, a la que ella mostró gran apego durante sus 70 años de reinado.