Amor real sin distinción racial
Si viste la nueva serie de época “Los Bridgerton”, seguramente notaste con fascinación el contraste de colores no solo en los vestuarios, sino también entre el elenco escogido para interpretar a duques, reyes y más nobles de la aristocracia inglesa. Aunque por esa época era difícil ver nobles de otra raza que no fuera blanca, el personaje de la reina consorte Carlota fue real. Se presume que Carlota de Mecklemburgo-Strelitz era mulata, al ser descendiente de una mujer africana amante del rey portugués Alfonso III.
Sin embargo, en la actualidad, aquella restricción por buscar matrimonios ventajosos y de castas iguales ya no rige más. Por eso, te presentamos varias historias de amor entre la realeza que se unieron sin miedo al color de la piel.
Marta Luisa de Noruega y Durek Verret
Después de un matrimonio de 15 años, la hija mayor de los actuales reyes de Noruega, se dio una nueva oportunidad en el amor con el afroamericano Durek Verret. El nuevo amor de la princesa es un guía espiritual de California, a quien conoció hace 3 años gracias a una amiga en común que se empeñó en presentarlos porque estaba segura de que congeniarían. La amistad y el amor floreció rápidamente entre la pareja, que no la tuvo fácil al principio. El pueblo noruego y hasta la propia familia real tenían dudas de la nueva unión por el pasado drogadicto de Verret. También han recibido comentarios acerca de la ventaja que el chamán saca de su pareja en sus negocios espirituales. No obstante, el amor entre ellos ha sobrepasado cada obstáculo y ya hay planes de boda. En diciembre 2019 los reyes concedieron el permiso para que la pareja se pueda casar. El compromiso aún no ha sido anunciado oficialmente debido a las circunstancias actuales, pero se sabe que Durek diseñó el anillo de bodas con un gran valor espiritual.
Maximiliano y Ángela de Liechtenstein
El 29 de enero de 2000 tuvo lugar la boda del príncipe Maximiliano de Liechtenstein, segundo hijo de los soberanos del principado, con la afropanameña Ángela Brown. La pareja se conoció en Nueva York cuando ambos, después de graduarse de sus respectivas carreras profesionales, coincidieron en una fiesta organizada por sus trabajos en uno de los rascacielos de la ciudad, allá por 1997. Ángela se convirtió en la primera princesa de color en una de las monarquías europeas reinantes. Max y su esposa tienen un único hijo, el príncipe Alfonso, que actualmente ocupa el sexto lugar para el trono del pequeño pero rico país. La feliz pareja ha sabido llevar una vida plena en el principado y frecuentemente viajan a Pedasí, una ciudad a 6 horas de la Ciudad de Panamá donde tienen una casa.
Los marqueses de Bath
La historia de amor entre la nigeriana Emma McQuiston y Ceawlin Thynn ha estado marcada por peleas y racismo. Todo comenzó cuando en el 2013 la modelo y el aristócrata, por ese entonces vizconde Weymouth, se casaron en Longleat House, la finca familiar del marqués de Bath. Tras su compromiso, la nigeriana se convirtió en la primera vizcondesa y futura marquesa con sangre africana en la aristocracia inglesa. Desde el inicio la novia no fue bien recibida en la familia del marqués y a la ceremonia no acudieron los padres del novio, después de querer boicotear el enlace y emitir comentarios racistas por el linaje. No obstante, esto no ha empañado la felicidad de los ahora marqueses de Bath, quienes tuvieron 2 hijos por vientre subrogado, los Honorables John y Henry. La pareja ha ganado gran popularidad en Reino Unido por ser embajadores de varias obras de caridad.
Lady Gabriella Windsor y Aatish Tasser
A diferencia de las historias anteriores, esta no tuvo un final feliz. Se trata de Ella Windsor, como le dicen de cariño, la hija del príncipe Michael de Kent, primo de la Reina Isabel II, y el británico Aatish Tasser. Todo explotó en el 2018 cuando el periodista de origen indio-pakistaní escribió un artículo titulado “La raza y la realeza: la vista de un forastero dentro del Palacio de Kensington”, para una revista internacional, en el cual contaba cómo fue su relación de 10 años con la hija del príncipe y todo el entorno en el Palacio de Kensington. Tasser reveló que la familia Kent bien puede ser comparada con los nazis por los comentarios racistas que emiten con naturalidad. La pareja se conoció en Nueva York en la fiesta de inauguración del penthouse del joven periodista y después se mudaron a vivir juntos en una de las residencias privadas de Kensington Palace. Su relación, que fue larga, tuvo dificultades para mantenerse a flote por la distinción racial.
Sin duda, aunque las leyes y las cortes reales hayan evolucionado, siempre quedará un poco más por hacer para que las razas y los colores dejen de ser un tema de conversación entre las monarquías. Mientras tanto, la serie de Netflix ya dio el primer paso y nos presentó un universo ideal donde solo reina el amor.