La investigación en torno a la trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, continúa revelando detalles impactantes. Un informe de la Fiscalía Nacional Criminal, publicado el 21 de febrero, confirmó que el cantante tenía 2,7 gramos de alcohol por litro en sangre al momento de su caída desde el tercer piso de un hotel en Buenos Aires. Además, su organismo presentaba rastros de cocaína, cocaetileno y el antidepresivo sertralina, lo que sugiere un consumo combinado de sustancias en las horas previas al suceso.
Este hallazgo refuerza las hipótesis de que Payne se encontraba en un estado de desorientación y pérdida de equilibrio al momento del incidente. Las autoridades también confirmaron el procesamiento de Braian Paiz, acusado de suministrar drogas a cambio de dinero. Aunque Paiz negó haber recibido pagos por estas sustancias y aseguró que las entregó como un regalo, la fiscalía presentó imágenes de seguridad en las que se observa a Payne solicitando dinero en la recepción del hotel la madrugada del 14 de octubre.
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El informe detalla que en una redada realizada en el domicilio de Paiz se encontraron evidencias que vinculan a su entorno con la venta habitual de drogas. Además, mensajes de texto entre el acusado y Payne refuerzan la teoría de que existió una transacción. En una de las conversaciones, Paiz le escribió: "El tipo con el cigarro me acaba de responder, ven más tarde si quieres", lo que sugiere una posible entrega de sustancias ilícitas.
Desde noviembre, la fiscalía ya había adelantado que, en las 72 horas previas a su muerte, Payne había consumido alcohol, cocaína y antidepresivos recetados. Inicialmente, varias personas fueron detenidas en el marco de la investigación, entre ellas su amigo Roger Nores y dos empleados del hotel, Gilda Martin y Esteban Grassi, quienes enfrentaban cargos por homicidio culposo. Sin embargo, en una reciente audiencia, se retiraron estos cargos y fueron puestos en libertad.
Por otro lado, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, señalados como los principales proveedores de drogas en este caso, siguen bajo arresto. De ser hallados culpables, podrían enfrentar penas de hasta 14 años de prisión. Mientras tanto, el mundo de la música sigue conmocionado por la pérdida de una estrella cuya vida se vio marcada por el abuso de sustancias y las sombras de la fama.