Un nuevo caso de estafa está conmocionando en redes sociales. La víctima fue una mujer francesa de 53 años llamada Anne, quien perdió €830.000 (más de 850.000 dólares) tras creer que mantenía una relación amorosa con el actor de Hollywood Brad Pitt.
Este fraude, que duró más de un año, inició cuando la mujer recibió un mensaje de Jane Etta Pitt, madre del actor, quien le hacía varios halagos, e incluso mencionaba que sería una buena pareja para su hijo. Horas más tarde, a su bandeja de entrada llegó un texto del artista que decía: . “Hola Anne, mi madre me ha hablado mucho de ti. Quiero conocerte mejor”. Pronto, se dejó envolver por la atención y, sin saberlo se metió en el centro de una estafa.
Según dijo al programa francés Sept à Huit, al principio pensó que era falso, pero los estafadores volvieron la narrativa tan real, que se convenció de que se trataba del propio actor internacional. Los culpables de este hecho no solo se basaron en mensajes con poemas y canciones para manipular a Anne, sino que también le enviaron fotografías editadas y videos generados por IA para que la comunicación se viera más real.
La situación se puso tensa cuando el falso Pitt le dijo que estaba enfrentando problemas legales y de salud, puesto que su exesposa, Angelina Jolie, había congelado sus cuentas. Posteriormente, le dijo a la mujer que había sido diagnosticado con cáncer renal, por lo cual, necesitaba ayuda financiera para enfrentar los gastos médicos. Fue entonces que Anne empezó a transferir grandes cantidades de dinero.
La mujer transfirió un total de €830.000, para lo cual, tuvo que utilizar sus ahorros, vender propiedades, e incluso utilizar el patrimonio que había obtenido de su divorcio. “No dudé en ningún momento. Pensé que estaba ayudando a alguien que significaba mucho para mí”, confesó Anne en una entrevista.
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La estafa llegó a su fin cuando, a través de medios de comunicación, vio fotografías del actor con su nueva pareja, la diseñadora de joyas Inés de Ramon, lo que la hizo pensar que todo se trataba de un engaño.
Anne decidió acudir a la policía para denunciar su sospecha. La entidad inició una investigación formal acerca del caso y descubrió que los responsables del acto se encontraban fuera de Francia y eran parte de una red que se dedicaba a este tipo de delitos.