Salud preventiva, ¿cómo aporta a tu bienestar?
Muchas veces se nos ha dicho que una parte fundamental del bienestar radica en tener una buena alimentación y hacer ejercicio todos los días. Y sí es así, pero no es suficiente. Salud mental, un ambiente familiar feliz, una red de apoyo emocional también forman una parte esencial de esa dicha vital con la que esperamos contar día a día, pero, ¿en dónde queda ese lado de nuestra salud física, que quizás requiere un poco más de atención por las mismas exigencias que la vida trae año tras año?
MEDICINA PREVENTIVA
No se trata de esa salud curativa a la que todos estamos acostumbrados a ser usuarios cuando nos duele algo o cuando ingerimos medicamentos para males específicos. Se trata de aquella medicina preventiva que considera acciones médicas encaminadas a evitar, en lo posible, el desarrollo de enfermedades o identificarlas de forma temprana para intentar disminuir el deterioro de la salud de las personas. Al mismo tiempo, promueve actividades que generan bienestar y mejoras significativas en la salud.
La Dra. Dayami Martínez Sosa, médico familiar del Hospital Vozandes de Quito, nos cuenta que esta medicina genera distintos beneficios para las personas, “porque estarán más saludables, tendrán mejor calidad de vida y se evitarán muertes prematuras”. También aporta favorablemente a los sistemas de salud de los países, porque los vuelve más eficientes, les permite priorizar los recursos disponibles, planificar capitales a futuro y los convierte en sistemas de mayor calidad.
PREVER PATOLOGÍAS
En la medicina preventiva se evalúan enfermedades variadas y diferentes, de acuerdo con cada grupo poblacional para buscar la manera de evitarlas a largo plazo. A continuación, la especialista nos detalla los padecimientos que con mayor frecuencia se evalúan y donde más se puede trabajar con un sistema preventivo, estas son:
Las cardiovasculares como: hipertensión arterial, enfermedades de los lípidos en la sangre, enfermedad isquémica del corazón.
La obesidad, la diabetes y las enfermedades renales crónicas.
En la prevención de cáncer, a través de la identificación del consumo de tabaco y su vinculación con el cáncer de pulmón.
Detectar tempranamente cáncer de mama con la mamografía realizada en el momento oportuno.
Detección temprana de cáncer del cuello uterino en mujeres entre los 21 y 65 años.
El cáncer colorrectal, cuando se evalúan los riesgos individuales de las personas (edad, antecedentes de enfermedades inflamatorias intestinales o los antecedentes familiares de cáncer colorrectal) permite recomendar la realización de una colonoscopia de forma pertinente.
Con el examen regular de la piel por parte de un médico experto se puede identificar melanomas, un tipo de cáncer de piel muy común en nuestro país.
En el caso de las mujeres embarazadas, determinar deficiencia de hierro o diagnosticar enfermedades como hepatitis B o HIV.
A través de pruebas en la sangre de los recién nacidos se identifican enfermedades metabólicas graves, que diagnosticadas tempranamente, hacen la diferencia.
También se pueden identificar infecciones de transmisión sexual, condiciones de la salud mental de las personas que han pasado desapercibidas y que podrían estar relacionadas a depresión o ansiedad. Riesgos laborales a los que podrían estar expuestas las personas de forma frecuente y causar daño a su salud.
Con especial importancia se identifican problemas con el uso de sustancias como alcohol y/o drogas; las situaciones de violencia, dificultades en la visión, audición, memoria y del aprendizaje.
¿CÓMO APLICARLO?
Y seguramente, a estas alturas, te estarás preguntando qué acciones o mecanismos puedes tomar para aplicar medicina preventiva. La doctora Martínez indica que los servicios preventivos son todos los recursos disponibles para realizar “promoción de salud, identificar riesgos, diagnosticar tempranamente enfermedades y evitar discapacidades”.
En ese sentido, son actividades que se originan desde la consulta médica y también en los diferentes momentos que la persona hace contacto con el sistema de salud. “Una adecuada evaluación clínica debe anteceder a cualquier intervención preventiva. La solicitud de exámenes de acuerdo con esas condiciones evaluadas, la recomendación de inmunizaciones que previenen enfermedades como: infecciones del sistema nervioso central (meningitis), algunos tipos de neumonías, otras enfermedades graves como tétanos, tosferina, difteria, hepatitis, rubeola, sarampión y paperas; así como todas las actividades que pueda recomendarse para modificar estilos de vida, son ejemplos de los servicios preventivos”, destaca la doctora.
A la lista de controles habituales para mantener una buena salud y una medicina preventiva, no se puede dejar de agregar el chequeo médico periódico, que debe incluir asesoramiento y servicios preventivos individualizados. Además, se pueden realizar acciones o hábitos para prevenir enfermedades, para detener en lo posible la progresión de las mismas o reducir sus complicaciones. De eso se trata la medicina preventiva, una parte fundamental del bienestar al que mucho apuntamos.
Salud preventiva en época de Covid-19
Si bien los casos de Covid-19 han mermado debido al plan de vacunación, el Ministerio de Salud ha aclarado que aún nos falta mucho camino para llegar a la inmunidad de rebaño. Por ello, es crucial no bajar la guardia y seguirnos cuidando en tiempos de pandemia. “Tenemos que prevenir el contagio, la enfermedad y la muerte por Covid-19, por medio de la vacunación, la higiene de manos, el uso de mascarilla facial, el distanciamiento físico y evitando espacios mal ventilados”, aconseja la experta y brinda más recomendaciones:
Cuidar de contagiar a otras personas, aislando oportunamente a la persona enferma.
Evitar automedicarse, identificar señales de gravedad relacionadas a la enfermedad por coronavirus y recordar que la Covid puede comportarse como una enfermedad prolongada que podría afectar no solo a los pulmones.
Cumplir con las medidas de bioseguridad y protocolos de acuerdo con la situación epidemiológica, en cada institución de salud.
Actualizar los esquemas de vacunación en la población, especialmente en los grupos más vulnerables, como una de las actividades preventivas de alto valor en este momento.