Consejos de primeros auxilios que pueden ser de utilidad en momentos de gravedad
Los primeros auxilios pueden salvar vidas y deben basarse en estabilizar a la víctima hasta conseguir apoyo médico profesional.
Y aunque una herida por arma de fuego no es fácil de tratar, pues en la gran mayoría de los casos requiere de cirugía para eliminar fragmentos de proyectil, o reparar estructuras y tejidos afectados hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones.
La doctora Mayra Tello, Jefa de la Unidad de Emergencias del Omni Hospital y médico internista, indica que primero se debe llamar a la ambulancia, ser breve y preciso en la comunicación de la emergencia, además de proporcionar suficiente información para poder ser localizado con facilidad.
También es importante no mover a la víctima de sitio para evitar que su estado se agrave. Por ejemplo, puede pasar que tenga una herida abierta y al movilizarlo comience a sangrar profusamente.
¿Qué hacer?
Existe la llamada hora de oro, que quiere decir que las personas que llegan al hospital dentro de la primera hora tras recibir una herida de disparo tienen más probabilidades de supervivencia. Se debe actuar con rapidez, pero sin perder la calma ni entrar en pánico.
La especialista explica que es recomendable buscar las heridas, analizar el cuerpo de la víctima en busca de hemorragias, y actuar de forma rápida aplicando presión en el punto sangrante con un paño, gasa, toalla, o una prenda de ropa si es necesario.
Si la hemorragia es en un brazo o pierna y con presión no se puede controlar, se puede realizar un torniquete con un cinturón o una banda de tela que no se rompa.
El torniquete se debe poner lo más cercano a la herida, pero siempre por encima de la rodilla o el codo.
Hay que recordar que el torniquete sirve para detener la hemorragia, pero puede provocar daño tisular por la falta de riego sanguíneo, por lo que hay que apuntar la hora a la que se realizó, y revisar cada 10 minutos si ha parado la hemorragia, aflojándolo un poco.
La experta explica que si la víctima está inconsciente se la debe colocar en posición lateral de seguridad (de lado, en una posición lo más cómoda posible, dejando libre la vía aérea), y reevaluar con frecuencia su estado, incluyendo respiración y pulso.
En el caso de que no respire, se deben iniciar de inmediato las maniobras de resucitación cardiopulmonar.
Hay ocasiones en las que será necesario el traslado del herido, por ejemplo, si se ha producido un accidente, y lo más conveniente es movilizar a la víctima al hospital, o a una zona que resulte más accesible para los servicios médicos.
Para trasladar a la víctima muchas veces es necesario inmovilizar mediante tablas, palos, o cualquier objeto que sirva para entablillar extremidades, ya que cualquier movimiento brusco podría causar más daño o hemorragia.