Si una paciente llega a una consulta ginecológica porque tiene problemas para concebir, la endometriosis, la miomatosis o el síndrome de ovario poliquístico (SOP) podrían ser la razón. El ginecólogo Wagner Moreno señala que estas son las enfermedades ginecológicas más frecuentes, y que, aunque cada una tiene sus propias características, comparten algunos síntomas, su principal impacto es en la disminución de la calidad de vida de las mujeres.
Por su parte la ginecóloga y obstetra Ximena Zurita, comenta que estos padecimientos no solo afectan físicamente, sino que tienen además un gran impacto en el bienestar emocional de las mujeres en etapa fértil. “Si yo tengo una paciente que lleva más de un año y no logra embarazarse es probable que una de estas enfermedades sea la causa”, nos cuenta la especialista, quien además señala que estas enfermedades pueden asociarse con un mayor riesgo de depresión debido a que varios de los síntomas pueden repercutir negativamente en la autoestima de la mujer.
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El doctor Wagner explica que la endometriosis es conocida como la enfermedad del silencio por la normalización, de generación en generación, de que a las mujeres les dan cólicos menstruales intensos.
Esta es una enfermedad inflamatoria crónica multisistémica cuyo manejo actual debe ser multidisciplinario (ginecólogo, infertólogo, ecografista, psicólogo, urólogo, cirujano coloproctólogo, nutricionista, entre otros), manifiesta este experto, quien es embajador de endometriosis en el Ecuador de EndoLatam, que es una comunidad de médicos especialistas en endometriosis de Latinoamérica.
Este padecimiento consiste en la aparición y crecimiento de un tejido similar al tejido endometrial que crece fuera del útero, en otras partes del cuerpo. Lo natural es que, en la etapa reproductiva de la mujer, el endometrio, que es la parte interna del útero, se desprenda cada mes durante la menstruación, en el caso de la endometriosis este tejido puede aparecer y adherirse ‘como telaraña’ pegando órganos entre sí, alterando su anatomía y dificultando su función normal. Los órganos que pueden verse involucrados son los de la pelvis y el abdomen, como los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino, el recto y el apéndice; aunque inclusive y en casos más avanzados se puede llegar a encontrar en zonas más distantes como el diafragma, los pulmones o hasta el cerebro, nos comenta el especialista.
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La ciencia no ha determinado una causa para esta enfermedad hormonal, aunque pueden existir componentes genéticos y también existen factores como niveles altos de estrógenos, empezar a menstruar en etapa temprana, el no tener hijos, entre otros.
Además, aunque no existe una cura, sí existen tratamientos que ayudan a aliviar. Lo fundamental es detectarla en etapa temprana para evitar que llegue a ser severa.
Esta enfermedad ya se puede diagnosticar sin que haya una intervención quirúrgica, a través del mapeo de endometriosis, que puede ser por ecografía o resonancia, y el experto puede sospechar a través de los síntomas que son:
La miomatosis es otro de los padecimientos que puede causar problemas para concebir, se trata de tumores benignos del músculo uterino. Lo que puede suceder en el útero es que se deforma la cavidad y aunque la mujer se embarace, presenta dificultad para sostener el embrión, o si los miomas están cerca del cuello uterino se obstruye el paso de los espermatozoides, nos explica la doctora Ximena. Estos tumores pueden variar en tamaño y número, lo que puede generar un gran problema a futuro si no son tratados a tiempo, pero lo que sucede es que algunas mujeres con miomas no experimentan ningún síntoma, mientras que otras pueden tener sangrado menstrual abundante, dolor pélvico, presión en la pelvis y otras dificultades.
La forma de diagnóstico es la ecografía, con lo que se puede determinar el tamaño y localización de estos tumores comunes.
El doctor Wagner señala que los miomas sí deben operarse cuando producen hemorragias, anemia, dolor durante las relaciones sexuales, inflamación, dolor abdominal, abortos repetidos. Pero ya sea por cirugía convencional (como una cesárea), o laparoscopia se debe tener en cuenta la edad de la paciente, el número de hijos que tiene, su deseo de embarazos a futuro, el tamaño y localización del mioma. El especialista puntualiza que la paciente, antes de buscar embarazarse, puede ser intervenida para limpiar el útero y así se logre un embarazo a feliz término.
La ginecóloga Zurita nos dice que contrario a la creencia popular, la miomatosis no siempre requiere de una histerectomía (extirpación del útero), ya que actualmente sí existen tratamientos y cirugías que pueden evitar ese desenlace tan drástico. Lo esencial, al igual que en la endometriosis es detectar a tiempo y los tratamientos, al tratarse de una enfermedad que es estrógeno dependiente son: anticonceptivos orales, dispositivo intrauterino hormonal, así como antiinflamatorios para el dolor. Este problema se puede presentar en una de cada cuatro mujeres en edad reproductiva y se diagnostica más en mujeres entre los 30 y 40 años.
A diferencia de la endometriosis y de la miomatosis que son padecimientos estrógenos dependientes, pero que presenta ovulación normal, las mujeres que tienen síndrome de ovario poliquísticos tienden a tener desequilibrios hormonales que pueden hacer que la mujer no ovule. Al igual que en las otras dos enfermedades no hay un tratamiento definitivo.
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Este trastorno hormonal que se caracteriza por la presencia de múltiples quistes pequeños en los ovarios, lo que requieren es un tratamiento para nivelar las hormonas. El doctor Wagner nos comenta que en este tema es importante educar que esta enfermedad va a producir síndrome metabólico, es decir, que te va a aumentar el colesterol, genera resistencia a la insulina, y ante esto hay mayor riesgo de diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares.
Las mujeres que lo padecen pueden tener períodos menstruales irregulares, alopecia, quistes, acné, aumento de peso, seborrea capilar, crecimiento excesivo de vello, así como también dificultad para quedar embarazadas.
El especialista sugiere que si la mujer sufre solamente de ovarios poliquísticos el mejor tratamiento es el cambio de estilo de vida, mejorar la alimentación, tener un peso ideal, hacer ejercicio, tomar agua y manejar el estrés, haciendo eso el cuerpo tiende a regularse solo. Pero si se trata del síndrome de ovario poliquístico es necesario un tratamiento que incluye el uso de medicamentos para la resistencia a la insulina, anticonceptivos orales, mejorar la dieta y la actividad física.