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Navidad sin estrés: Consejos para padres

Frente a una avalancha de estímulos y eventos, si ves en tus hijos excitación excesiva, ansiedad y expectativas materiales no realistas, debes intervenir para poner un sano equilibrio en esta época del año.

18 diciembre 2024 - Bienestar

El tiempo previo a las fiestas genera un ambiente cargado de emociones, compromisos, gastos y días a los que les faltan horas para poder hacer todo lo pendiente. Si los adultos experimentamos cansancio físico y emocional por tanta actividad, ¿nos hemos puesto a pensar qué pasa con nuestros niños?

Para profundizar sobre este tema, conversamos con Karina Bustamante, psicóloga clínica infantojuvenil, quien nos plantea esta reflexión: “La época navideña puede estar asociada para muchos con sentimientos de bienestar como emoción, alegría, entusiasmo, mientras para otros puede ser una época de mucho ajetreo y estrés, incluso hasta de nostalgia y tristeza. El número de compromisos y responsabilidades aumenta. Las posadas, las reuniones sociales, los intercambios y la compra de regalos, entre otras actividades, se vuelven una prioridad", afirma la psicóloga.

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"Nos comprometemos, en ocasiones con más de lo que podemos cumplir siendo nosotros mismos los responsables del estrés que se vive en este tiempo. Y, si hay niños, los involucramos a ellos también”. Con ellos podemos ver una sobreestimulación infantil producto de todo lo que los rodea: aglomeraciones, música, luces, ajetreos, compras, que puede causarles estrés, cansancio y ansiedad. “Los pequeños lo manifiestan a través de pataletas, cambios de humor, sensibilidad extrema, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño y concentrarse”, añade.

$!Familia con niños en un tiempo de compartir en la mesa.

¿Qué podemos hacer?

Para llegar a ustedes con recomendaciones que puedan aplicarse enseguida, consultamos sobre los temas más importantes en los que se debe trabajar y cómo hacerlo:

Priorizar: No se puede cumplir con todos los compromisos que se tienen. Utiliza una agenda o calendario para anotar las actividades con anticipación y no aceptar más de lo que puedes abarcar para evitar un ambiente tenso en casa.

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No dejar de lado las rutinas de los hijos: Es fundamental mantener las rutinas especialmente si los niños se encuentran en la primera infancia o tienen una necesidad especial. Pueden existir excepciones, pero hay que anticiparse a ellas y ver sus alternativas de manejo.

Hablar con los niños: Es recomendable establecer expectativas realistas para que los menores sepan lo que pueden esperar de las fiestas, tanto en las celebraciones como de obsequios. Explicarles que la Navidad no solo es eso, que lo más importante es el tiempo en familia y la felicidad compartida con otros.

$!Padres e hijos mientras se cuenta una historia de Navidad.

Regalos y más regalos

La costumbre de regalar en este tiempo es una antigua tradición de origen cristiano, que se remonta a la visita de los Tres Reyes Magos al Niño Jesús, con oro, incienso y mirra. También tiene relación con ⁠San Nicolás, un santo del siglo IV, conocido por su generosidad al regalar y ayudar a otros (en este santo se inspiró la creación del personaje de Papá Noel). Esta linda costumbre de regalar puede alterarse si se contamina con un consumismo exacerbado: “El acto de dar genera una sensación de bienestar, esto ha sido comprobado en estudios, sin embargo, los obsequios que otorguemos no tienen por qué ser costosos, es la acción lo que realmente importa. Para que los niños valoren lo que tienen y desarrollen una mirada de gratitud ante lo que se les ofrece, debemos controlar este deseo de llenarlos de regalos y complacerlos en todo lo que deseen (lo que se debe tomar en cuenta no solo en vísperas navideñas sino durante todo el año)”.

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La profesional infantil plantea una pregunta para los padres: “Si les cuesta dejar de comprar regalos para sus hijos, pregúntense qué los moviliza, a veces se busca compensar ausencias, mitigar sentimientos de culpa, entre otras razones”.

Recomienda elaborar un presupuesto, que contemple lo que la familia puede destinar a gastar en adornos, celebraciones y regalos, teniendo en cuenta que por efecto de la publicidad o por comentarios de amiguitos, los niños pueden entusiasmarse y anhelar cosas que se escapan a la realidad económica familiar, siendo entonces necesario revisar esos deseos sobredimensionados a través de conversaciones y enseñanzas que serán válidas para toda la vida de los hijos.

Recomienda alentar a los menores a dar regalos creados por ellos como tarjetas navideñas, galletas o dulces, poemas, cartas de gratitud, entre otros.

$!Niños compartiendo en el intercambio de regalo por Navidad.

Refrescar tradiciones navideñas

Otro importante punto a considerar es revisar las tradiciones familiares e incorporar actividades con los niños. He aquí algunas de las ideas de la experta:

- Adornos hechos por los niños: Decorar el árbol incorporando manualidades hechas por los hijos y que esta sea una nueva tradición.

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- Poner música navideña, cantar y rezar: Los cristianos suelen poner en sus casas un nacimiento, este es un lugar que se presta para tener un momento espiritual, con oraciones sencillas que lleguen a los más pequeños, acompañadas por villancicos que gustan tanto a grandes y chicos. Está demostrado que cantar regula el sistema nervioso, así que es un buen regulador de emociones.

- Hacer galletas: Horneen galletas navideñas o hagan algún postre juntos. Pueden luego compartirlo con otros.

$!Niña decorando árbol de Navidad en casa.

- Hacer la jarra la gratitud: En esa jarra se incluyen notas en las que ponen, cada día, agradecen por algo. En Noche Buena lean y comparten esas notas.

- Ver películas navideñas en familia: Hay una gran variedad para disfrutarlas.

- Compartir sus historias navideñas: Cuéntenles a sus hijos lo que ustedes hacían para estas fiestas cuando eran pequeños, cuáles eran las costumbres, dónde pasaban, qué comían, etc. Los niños aman eso y así se fortalece la unidad familiar.

- Donen a los más necesitados: Si ya tienen edad, lleven a sus hijos con ustedes y que sean partícipes de este acto de generosidad. Si son muy pequeños, muéstrenles fotos o videos del momento en que se entregan las donaciones. Otra buena idea es motivarlos a regalar algunos de sus juguetes para niños que no los tienen, así se trabaja la generosidad.

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