Las uñas perfectas para ti
Al igual que otros aspectos del cuidado personal, el embellecimiento de uñas puede verse influenciado por lo que está de moda. Aunque la manicurista profesional, Jacqueline Rodríguez, formadora de la escuela Cuty Ycaza, señala que no son los colores ni el diseño lo que asegura que tus manos luzcan pulcras y resalten, pues “antes se debe hacer una correcta evaluación por una experta que determine la resistencia de la uña a los distintos procedimientos que se ofrecen en los salones de belleza”, afirma.
Con esta recomendación nos presenta las opciones de manicure favoritas de las mujeres actualmente, empezando por las que son ideales para quienes tienen las uñas frágiles pero desean llevarlas lindas siempre.
Las semipermanentes
Base rubber
Es un esmalte espeso que funciona como base semipermanente autonivelable y no necesita limado previo para su aplicación. Es una capa protectora para la uña débil que además ayuda a definir mejor su forma y le da durabilidad al esmaltado.
Gel de construcción
Se utiliza para engrosar y alargar las uñas naturales o crear extensiones artificiales. Su aplicación sí requiere de limado previo para retirar el exceso de queratina de la uña y que se adhiera bien. Da resistencia y durabilidad, evitando quiebre o descamación.
Polygel
Es el punto medio entre el gel y el acrílico, para aplicarlo primero se desgasta un poco la uña con una lima de gramaje bajo y luego se adhiere un ‘tip’, o uña postiza, sobre la cual se pone una pequeña cantidad de producto, se moldea con un pincel húmedo, y luego se les da color con esmaltes de acabado gel.
Acrílico
Son las uñas construidas por polvo acrílico, o polímero, que se secan al mezclarse con un agente líquido, o monómero, con el que se consigue la pasta moldeable. El limado previo es más intenso, por lo que es la opción para las uñas más resistentes. Se usa sobre uñas postizas o se puede moldear la pasta desde cero sobre un papel base.
Recomendaciones especiales
Todos las técnicas de semipermanente pueden durar uno o dos meses, dependiendo del crecimiento. Sin embargo, aconseja retirarlo o cambiarlo a los 21 o 28 días para evitar que la uña sufra por el peso que genera el producto aplicado. Evita que se golpeen porque pueden existir levantamientos que permitan filtraciones de agua y se generen hongos. No te las arranques, siempre será mejor acudir a una manicurista para retirarlas.
Las naturales
La técnica especialista en uñas asegura que el esmaltado regular siempre será una opción que las deja lindas, siempre y cuando se lo renueve cada semana, así sea en casa, y se lleven a cabo todos los pasos para potenciar el acabado, como son: 1) Limpieza tradicional con removedor de cutícula, empujador, y tijera para cortar el exceso de piel muerta. 2) Exfoliante. 3) Crema hidratante. 4) Base para evitar que la uña se manche. 5) Esmalte de buena calidad. 6) Fijador en spray para ayudar al secado rápido.
Hablemos de lo ‘trendy’
En tonos: cualquiera que sea la técnica que se elija para uñas, la tendencia del momento son las de aspecto natural en tonos nude o traslúcidos, ya que complementan perfectamente un ‘clean look’, y aportan elegancia a la imagen de cada mujer.
En forma: las ‘almond’ o almendradas son las más opcionadas, pues tienen la estructura y peso equilibrados a lo largo de toda la uña, es la forma menos propensa a quebrarse o enredarse. “Y si se prefiere las cortas, las ovaladas”, añade la experta.
En diseños: los efectos metalizados en trazos sobre la uña de corta a mediana son los más pedidos, en forma de líneas, en estilo francés, y con colores plateado y dorado.
Consejos de una dermatóloga
La especialista en dermatología, Dra. Jessica López, comenta que los esmaltes, al contener acetonas y acrilatos, secan y debilitan la queratina natural de las uñas, haciéndolas más frágiles, por lo que recomienda descansar al menos una semana entre esmaltados.
Por otro lado, señala que los esmaltados semipermanentes contienen una gran cantidad de productos que pueden provocar dermatitis, descamación y enrojecimiento, por lo que se debe hacer un intervalo de descanso mínimo de un mes, con el fin de proteger la lámina ungueal. Además, a esto se le suma el efecto aún desconocido de la exposición a lámparas UV de secado, por lo que aconseja aplicar protector en las manos antes del procedimiento.
