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Importancia del diagnóstico oportuno en el embarazo

viernes, 19 mayo 2017 - 01:26
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Una malformación congénita es un defecto estructural o del funcionamiento en uno o varios órganos presentes al momento de nacer.  Aunque no hay una causa específica, existen elementos de riesgo en cerca de un 50 por ciento de las anomalías congénitas.
 
Para el neonatólogo-pediatra del Hospital de los Valles, Edgar Jara, lo que influyen en su aparición son factores socioeconómicos, genéticos y la edad materna avanzada o muy temprana, este último condicionamiento –destaca- incrementa el riesgo de alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down.
 
Las infecciones como la rubéola, sífilis o varicela; agentes ambientales como plaguicidas, medicamentos, alcohol, tabaco y radiación; y una nutrición escasa en yodo y ácido fólico también pueden causar defectos congénitos.
 
Por ejemplo, la carencia de ácido fólico aumenta el riesgo de tener niños con defectos en la columna y el sistema nervioso, el exceso también es otro detonante como ocurre con la vitamina A.
 
Las enfermedades más comunes en los recién nacidos, asegura el director médico de Axxis Natal, Homero Loza, son el labio leporino, seguido de las malformaciones cardiacas, gastrointestinales y renales.
 
La prevalencia de malformaciones estimada para Latinoamérica por el Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC) es de 3.4 por ciento.
 
En el Ecuador, resalta el especialista, los datos recopilados desde junio de 2001 a junio de 2005 muestran una prevalencia de 2.9 por ciento, mientras que otra investigación hecha entre 1995 a 2008 registra 1.852 (1,36 por ciento) casos de malformaciones en 136.147 nacimientos, una cifra preocupante que puede llegar a aumentar del 5 al 7 por ciento hasta el primer año de vida.
 
Para Letty Muzzio, pediatra y genetista clínica de los Hospitales de la Mujer Alfredo Paulson y Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, la gran mayoría de enfermedades pueden ser detectadas durante el embarazo, siempre y cuando la madre se realice los controles periódicos en los lugares adecuados.
 
“Ahora se percibe un incremento de casos, pero es básicamente porque se pueden detectar; antes se lo hacía en el nacimiento y en ocasiones algunos años después cuando el niño tenía complicaciones. Actualmente gracias a que se cuenta con un departamento de imágenes donde hay un estudio de alta resolución se puede ser más específico para poder revelar a tiempo ciertas alteraciones”, resalta.

 
Control seguro
Un control prenatal adecuado con un especialista es la mejor forma de saber si el bebé está bien implantado o y si existen complicaciones. Durante estos chequeos el ginecólogo-obstetra hace uso principalmente de imágenes de la ecografía, por esta razón la necesidad de que este diagnóstico sea realizado por personal capacitado y formado en la detección y sospecha de malformaciones congénitas. Se recomienda además que quien lo haga sea un profesional diferente al médico, si es que éste no tiene el entrenamiento suficiente. 
 
Tamizaje
Desde el 2011 el Ministerio de Salud viene realizando el Tamizaje Metabólico Neonatal, una prueba clínica que se realiza hasta el día 28 de vida del bebé con el fin de diagnosticar enfermedades metabólicas y prevenir potenciales discapacidades.
 
Hasta diciembre de 2016 se habían procesado aproximadamente un millón de muestras, con un total de 252 casos positivos.
 

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