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Inauguran museo con los regalos recibidos por Rafael Correa

lunes, 15 mayo 2017 - 04:18
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Sables con piedras preciosas, finos relojes, figuras en plata con filos de oro, jarrones, joyas y hasta una pequeña réplica de la fuente de Cibeles de Madrid, son algunos de los más de 600 obsequios recibidos por el gobernante de Ecuador, Rafael Correa, que se exhiben desde hoy en el museo de Carondelet.
 
Las piezas son parte de los más de 11.500 regalos que ha recibido el gobernante desde que asumió el poder en 2007, y que están valorados en cerca de 2,5 millones de dólares, explicó a Efe Luisa Martínez, guía del museo inaugurado hoy.
 
Entre los regalos recibidos por Correa figura un reloj Rolex con diamantes valorado en 255.150 dólares, así como un sable cotizado en 85.870 dólares, obsequios del sultán de Arabia, Salmán bin Abdulaziz.
 
 
 
Detalló que el 60 por ciento de los regalos eran libros y discos compactos que se entregaron ya al Instituto de Altos Estudios Nacionales y a la Universidad de las Artes.
 
Con la subasta de ciertos regalos, especialmente de Catar, de Arabia Saudita, que tenían un gran valor económico, se recaudaron más de 691.000 dólares, que se destinaron a obras sociales, explicó.
 
El museo, instalado sobre 400 metros cuadrados, está distribuido en once salas situadas en el ala sur del Palacio de Carondelet que, desde su apertura al público en 2007, ha recibido más de un millón de visitas.
 
En las distintas salas se detallan la historia republicana, aspectos relacionados con el territorio, la soberanía, la naturaleza y diversos bastones de mando, entre otros.
 
En una de las salas más llamativas, en blanco y negro, hay más de 150 retratos de presidentes constitucionales, interinos, juntas militares, que enfrenta a una pared con decenas de fotografías de ciudadanos comunes, en referencia a que cualquier persona puede llegar a gobernar el país.
 
Con esa sala se pretende recordar la fragilidad de la historia republicana de Ecuador.
 
Al fondo de la sala y con iluminación especial aparece la frase: "El poder es un encargo del pueblo" y al salir se aprecia la banda presidencial dispuesta tras un vidrio, que permite al visitante colocarse detrás y fotografiarse como si la estuviese luciendo.
 
El museo, que estará abierto todos los días, y en cuya construcción se invirtió algo más de dos millones de dólares, tiene también una sala, por ahora vacía, dispuesta para que gobernantes pasados y futuros coloquen los obsequios recibidos o que recibirán.
 
Distintos Honoris Causas entregados a Correa, así como medallas y llaves de distintas ciudades también constan en el museo, en el que se exhiben, además, joyas regaladas a la esposa de Correa, Anne Malherbe y al vicepresidente, Jorge Glas.
 
"Para Rafael, con un abrazo", reza el autógrafo que el premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez, estampó en el libro "Cien años de soledad", que ocupa un lugar especial en el museo, en el que hay también una escultura de la Fuente de Cibeles, de Madrid, valorada en 10.200 dólares.
 
A la historia del palacio de Carondelet -sede del Ejecutivo, situado en el centro colonial de Quito, catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Unesco- se le ha destinado una sala en la que se detalla su evolución arquitectónica y momentos relevantes.
 
El museo cierra con la sala "Reserva vista", un espacio destinado para el almacenamiento de obsequios presentes y futuros y de donde se tomarán objetos para intercalarlos en otras salas.
 
Al inaugurar el museo, Correa dijo que hubiera sido legal "pero absolutamente ilegítimo" llevarse los regalos y detalló que sólo su esposa recibió obsequios valorados en cerca de 800.000 dólares, que tampoco se llevará.
 
Correa, que dejará el poder el próximo 24 de mayo, subrayó que dejar los obsequios no es una muestra de generosidad sino de ética pues los regalos los recibió a nombre del pueblo ecuatoriano.
 
"Llegué sin nada y me voy sin nada, todo se queda aquí", suele decir Correa y la frase se repite en el folleto de explicación del museo, en cuya inauguración el presidente recalcó: "Mi tesoro no es el poder, sino el servicio (...). Mi tesoro es tener un país sin miseria pero también sin derroches". 

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