Asobancos, preocupada por baja reserva internacional
Redacción martes, 25 abril 2017 - 11:52
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La Asociación de Bancos del Ecuador envió una carta a la gerenta del Banco Central, Madeleine Abarca, expresando su preocupación frente a la disminución de las reservas internacionales.
Estas corresponden a una parte de los recursos con los que cuenta el Banco Central del Ecuador y que están invertidos en el exterior. Su objetivo es poder utilizar el dinero de esas reservas ante un problema de liquidez.
Según la Asociación: “Hasta el pasado 13 de abril, la reserva internacional del Banco Central cerró en 3.397 millones de dólares, mientras que los depósitos que la banca privada tiene en el Central sumaron 4.448 millones. En otras palabras, el monto de la reserva internacional no alcanza a cubrir los depósitos que tienen los bancos privados en el Banco Central”.
Por ello, en la carta, hacen "un llamado para que el BCE, por medio de un manejo prudente de sus activos y su liquidez, mantenga la cobertura total de las reservas bancarias privadas".
Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación, explica cuál es la importancia de que la reserva internacional cubra el total de los depósitos del Banco Central.
“Hoy por hoy, en las últimas 3 semanas, la reserva internacional no cubre la totalidad de la reserva bancaria privada, de los depósitos que tienen los bancos en el Banco Central. ¿Por qué es importante que se cubra la totalidad? Porque justamente en una necesidad de liquidez, en cualquier necesidad puntual que tenga la banca, esos son los primeros recursos necesarios para cubrir cualquier necesidad, cualquier caída de liquidez de depósitos que tengan los bancos en la economía”, explicó.
Prado señala también la preocupación del gremio por los préstamos de liquidez a corto plazo que ha otorgado el Banco Central al gobierno a través del Ministerio de Finanzas.
Hasta el 13 de abril, según información del BCE, esos créditos suman $ 5.800 millones.
Sobre estas operaciones, la Asociación expresó: "Genera no solo una incertidumbre adicional en los agentes económicos, sino que además debilita la capacidad que tiene el BCE de responder con activos líquidos a sus depositantes, en caso de requerirlo".
“Cómo se va a pagar y de dónde va a venir ese dinero para pagar esos 5.800 millones teniendo entendido que es una deuda de corto plazo que tiene que ser cubierta lo más rápido posible, porque si no lo que va dejando es un hueco en el balance del Banco Central que en algún momento tiene que ser repagado y también es un elemento adicional de incertidumbre”, indicó.
