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Perplejidad en Cuba sobre futuro de política migratoria en EE.UU.

domingo, 15 enero 2017 - 10:38
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Dauleni Pérez sonríe y llora en el consulado de Estados Unidos en La Habana: fue aprobada. Pero hay varios rostros sombríos por la negativa: los cubanos esperan que Obama dé mas visas de visita y reunificación, tras cerrar la inmigración ilegal.
 
Pérez, sicóloga de 32 años, llevaba un año esperando la aprobación para unirse con su esposo en Estados Unidos.
 
"Ahora me aceptaron para la reunificación con mi esposo, antes me habían rechazado", dice emocionada mientras abraza su hija de siete años.
 
Pérez es una de las 20.000 visas anuales de inmigración definitiva que Washington se comprometió a conceder en los acuerdos de 1994-95 para la reunificación familiar.
 
El presidente Barack Obama suprimió el jueves la política de "pies secos, pies mojados" que fue aprobada en 1995 por otro demócrata, Bill Clinton, favoreciendo la inmigración ilegal. Su suspensión era un viejo reclamo de La Habana
 
"Me parece que es una buena medida porque así nos dan oportunidad a nosotros, que estamos en reunificación familiar, de poder avanzar en ese proceso", agrega Pérez.
 
Según la Oficina de Operaciones en el Terreno del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras, 50.082 cubanos entraron en Estados Unidos en el año fiscal 2016. De ellos, 38.310 lo hicieron ilegalmente, y solo 11.772 con visa.
 
Al contrario que Pérez, Marianela Rodríguez tenía cara de resignación en el "parque de los suspiros", la pequeña plaza donde los candidatos a visas esperan para entrevistarse con los funcionarios del consulado norteamericano.
 
Suspira. "Hoy me dijeron que no", dice esta ama de casa, viuda de 56 años que aspiraba a visitar a una hija que emigró legalmente hace 16 años. No le explicaron la negativa.
 
En la pequeña plaza, la eliminación de los privilegios migratorios alimenta la esperanza de que Washington aumente el número de visas de visita y reunificación familiar.
 
"Si con la eliminación de la ley (política) aumentaran las visas, uno dijera, bueno está bien, pero hoy parece que no es el día", dijo José González, un supervisor de soldadura de 48 años.
 
Para ir de visita, un familiar debe pagar 160 dólares no reembolsables para cubrir los gastos de la entrevista consular.
 
 
¿Qué pasará con los ilegales en camino?
 
Cerca de 2,2 millones de cubanos y sus descendientes viven en Estados Unidos. Es difícil que alguno de los 11,2 millones de residentes en la isla no tenga un pariente allá.
 
Unos 360.000 cubanoamericanos visitaron su país en 2016 y esa comunidad envía remesas familiares por 2.500 millones de dólares anuales. Los lazos familiares saltan sobre leyes e ideologías.
 
En Miami, donde reside la mayor parte de la comunidad cubana en Estados Unidos, la noticia provocó alivio, pero también críticas y preocupación. 
 
"Esto al que le hace daño es al que no tiene dinero, no tiene salario y entonces no puede traer a su familia", declaró a la AFP una cubana de 66 años, que trabaja como personal de limpieza en un café de Miami.
 
En tanto, el fotógrafo cubano Ernesto Rodríguez, de 45 años, también residente en Miami, expresó su preocupación por los miles de cubanos que transitan por América Latina hacia Estados Unidos y ahora están en un limbo. 
 
"Lo que más me disgusta es qué pasa con todos los que emprendieron viaje hace uno dos meses y no habían llegado todavía aquí", dijo Rodríguez, que cruzó ilegalmente hace siete años la frontera mexicana.
 
En La Habana, el supervisor González compartió su inquietud: "Esto cogió movido a mucha gente, gente que ha vendido hasta su alma al diablo para poderse ir y no han podido, lo siento por ellos".
 
Cuando se habla en el "parque de los suspiros" sobre qué pasará después del 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, todos abren los ojos y alzan las cejas.
 
"Ohhh, eso es una incógnita que no lo sabe nadie en el mundo", dice el taxista Juan José Pérez, que se dedica a transportar a aspirantes al visado desde Cienfuegos, 270 km al sudeste de La Habana.

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