Artistas, deportistas, comunicadores y gente de todo tipo de profesiones con cierta popularidad se ha volcado a dar charlas y conferencias motivacionales, contando su historia de vida.
Uno de los anchors de la televisión más conocidos y queridos es Ismael Cala, quien cobró gran popularidad por su trabajo frente a las cámaras de la cadena internacional de noticias CNN. Sin embargo, Cala es más que entrevistas y análisis de actualidad. Desde hace un tiempo, el presentador se volcó a las charlas y conferencias motivacionales con las que recorrió decenas de países de América Latina y en las que habla de los conceptos de sus libros “El poder de escuchar” (2013) y “Un buen hijo de P…” (2014).
Hace unas semanas, Cala sorprendió a todos en lo que fue la última edición de su programa anunciando su despedida definitiva de CNN para dedicarse exclusivamente a su rol como escritor, orador motivacional y coach. “El periodismo ha sido un vehículo para encontrar mi vocación como comunicador. Y como dice el eslogan de CNN: allá vamos”, explicó a su público del que se despidió diciendo que sentía una mezcla de sentimientos pero que era hora de terminar una etapa. “Decido cerrar este ciclo para fortalecer en los próximos seis meses este maravilloso emprendimiento que es Cala Enterprise”, declaró, en referencia a su compañía y también a la fundación Ismael Cala, que se encarga del desarrollo vocacional de los menores en América.
Vocación de motivador. Ismael Cala tomó recientemente
una decisión definitoria en su carrera, dejó CNN y la
televisión para dedicar su vida a dar sus conferencias
como coach y a escribir libros sobre el tema.
Así como Ismael Cala muchos artistas, deportistas, empresarios y comunicadores han encontrado una segunda vocación en este tipo de conferencias de motivación personal. Cada charla tiene un enfoque y un método distinto, pero cada una tiene en común el hecho de abrirse al público contando la historia personal para generar empatía y ejemplo de que se puede salir adelante, se pueden vencer los obstáculos y cumplir los sueños.
Vistazo habló con tres ecuatorianos que desde su popularidad y su vivencia personal, decidieron ponerse al servicio de quién quiera tomarlos como un ejemplo positivo de superación. “Todo esto comienza a raíz de mis grandes logros. El año pasado tuve mi gran victoria en la UFC, que es la empresa más grande de artes marciales mixtas del mundo y coordina las grandes peleas. Me reuní con Pablo Arosemena y Germán Lynch y me pidieron que contara mi historia para motivar a las personas, para hacer olvidar a la gente de los problemas por los que pasa el país, de los problemas personales y hacer algo para ayudar a la gente”, explica el luchador chonero Marlon “Chito” Vera, quien a principio de año dio una charla para la Cámara de Comercio de Guayaquil. No fue su primera vez, ya había narrado sus comienzos, sus obstáculos y cómo había logrado cumplir sus objetivos a un auditorio en una universidad.
“Para armar la charla recurrí a mis inicios y
finalizar con el mensaje de ‘no te rindas’”,
“Chito” Vera, luchador ecuatoriano en la UFC.
Foto: cortesía CCG / Marcelo Costa
“Al arrancar la charla tú ves que hay personas que
se sienten mucho más aludidas por el tema, lo
puedes notar en sus ojos”, Gabriela Villalba.
“Todo este viaje de 10 años me llevó a ser un
instrumento de ayuda, contar una historia
para poder ayudar”, Santiago Quintero.
“Todo este viaje de 10 años me llevó a ser un instrumento de ayuda, además de contar una historia, para poder ayudar a la gente a encontrar su propio camino. Es una charla que está acompañada de fotografías de alta resolución, con una edición profesional y se entregan herramientas a través de los valores que ayudaron a construir gran parte de los resultados”, cuenta el montañista que ha dado su conferencia en varios países del mundo. “Después se entregan nueve enseñanzas –agrega– que son la recopilación y resumen de haberme parado de una silla de ruedas y haber conseguido llegar a la cumbre del Everest sin utilizar oxígeno. Fue la primera vez que un amputado llega a la cumbre sin utilizar oxígeno. A partir de eso se puede demostrar que el trabajo interior genera resultados extraordinarios en nuestra vida. Son cuatro aristas que el ser humano tiene que realizar: las relaciones, la salud, las emociones y la parte económica”.
Quintero lleva 10 años dando las charlas, inclusive desde antes de poder volver a escalar y dice que sus conferencias han “beneficiado 30 mil personas”. Dice que en esta década ha logrado mejorar su presentación. “Adquirí mucha experiencia sobre todo en el manejo del público, el utilizar la historia como un elemento en donde se incluyan enseñanzas y valores que sean aplicables para una realidad personal”, asegura. “Prácticamente me desnudo ante el público”, afirma. Una de las tantas charlas que dio fue a jóvenes en recuperación del cáncer, algunos ya desanimados. “Muchos chicos con lágrimas en los ojos me dijeron que su decisión era retomar la vida”, narra sobre el resultado de la presentación. Eso sí, Quintero todavía se arrepiente de haber dicho que no a una charla en Carondelet con el presidente Correa en el auditorio. En 2010 lo llamaron para que dé su conferencia a la 1 de la mañana y que la reduzca de una hora a 20 minutos. “Les dije que no. Es una de las cosas que más me arrepiento, que el Presidente no haya podido conocer mi historia. Me dio miedo porque tenía la charla montada en una hora”, confiesa.