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Sixto, el arquitecto de su destino

lunes, 5 diciembre 2016 - 04:15
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La muerte llamó a la puerta del hogar de don Sixto Durán Ballén, en La Coruña y Ernesto Noboa Caamaño, al centronorte de Quito, durante la siesta vespertina, a las cinco y cuarto del 15 de noviembre. Estaban en casa la esposa, doña Josefina Villalobos, las hijas Cristina, Isabel, Josefina. Don Sixto había nacido hacía 95 años, tres meses y un día en la ciudad de Boston, Estados Unidos, donde su padre servía de cónsul del gobierno del Ecuador, presidido por don José Luis Tamayo, un año antes de “Las cruces sobre el agua” y de las postrimerías del liberalismo plutocrático. 
 
El expresidente de los ecuatorianos encarnaba la unidad de los contrarios: Costa-Sierra. Esta unidad se repitió en sus estudios: escuela San José de la Salle en Guayaquil-colegio San Gabriel de los jesuitas en Quito. Y encarnaba, una síntesis más universal con sus estudios sucesivos en el Instituto de Tecnología Steven, Hoboken, N.J., en la Universidad de WisconsinMadison, y la Universidad de Columbia, N.Y., donde se graduó de arquitecto el 21 de enero de 1945 (título refrendado por la Universidad de Guayaquil en 1947). Fue el mejor alumno de su promoción; y, probablemente, la mejor estampa, también. 
 
En la edición impresa de Revista Vistazo revise una cronología de la vida pública y política de Sixto Durán Ballen, la misma que empieza en 1949 cuando, luego del terremoto del 5 de agosto de ese año, el presidente Galo Plaza Lasso (1948-1952) lo nombró subdirector del Plan Regional de Tungurahua y le encargó el proyecto de la reconstrucción de Ambato.
 

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