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Estos serán los trabajos del futuro

jueves, 29 junio 2017 - 01:02
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No hablamos de Uber, Airbnb o Amazon. O sí, pero más salvaje. Los negocios tradicionales –como el transporte privado, el alojamiento hotelero o las librerías– ya se han enfrentado a un nuevo paradigma. Sin intermediarios, ni gestiones físicas, ni esperas. Ni siquiera la necesidad de salir de casa. Todo es realizable desde el dispositivo en el que, quizás, esté leyendo este artículo.
 
Ahora le toca a más sectores: si primero fue la mecanización de la industria y después se empezó a ver la robotización en los servicios, le llega el turno a o cios más técnicos, como la biomedicina. Los ecos de este fenómeno han llegado hasta al Foro Económico Mundial, donde lo tildan de Cuarta Revolución Industrial.   No se sabe qué implicará, pero va a requerir una mayor exibilidad y creatividad.
 
Así lo ha previsto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), creador de una suerte de guía rápida del trabajador del futuro. El estudio huye de recetas mágicas y se centra en la evolución laboral desde la primera revolución industrial, de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Entonces se pasó, resumiendo, de una rotación de cultivos y de una producción artesanal a la maquinaria pesada, a la automatización. 
 
Después se precipitó un segundo avance, marcado por la expansión de infraestructuras y telecomunicaciones. Entrábamos en el siglo XX y se le acuñó el sobrenombre de Revolución Técnica. Esta dio pie a la Digital, a partir de los años 70. 
 
Cambio constante
La oficina tiene pinta de desaparecer. Y con ella, los horarios, y cada vez más rápido. En menos tiempo. Gasolineras sin personal, recepciones con robots o líneas de cajas autoservicio  en supermercados. 
 
Lo estamos viviendo. A pesar de que la población activa mundial era, en 2016, de 3.422 millones de personas y crecen a un ritmo de 25 millones por año. “Si trabajas en algo rutinario, lo más probable es que desaparezca”, avisa uno de los responsables de comunicación del organismo. “Conjeturamos porque no podemos hacer algo más profundo, pero, si tuviera hijos, les diría que se tienen que mover”, concede. La adaptabilidad y la formación continua, por encima del nivel de estudios, se erigen como centro de todas las miradas.
 
“Va a ser un mercado extremadamente cambiante”, cuenta Carmen Pagés, jefa de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID. “Habrá nuevas ocupaciones de las que no hemos oído ni hablar y en las que muchos seremos obsoletos”, añade. 
 
En este sentido, la perspectiva que dibuja se parece a la volatilidad que vivimos en la actualidad. Como los mencionados Uber, Airbnb o Amazon, la nueva etapa llega sin avisar. Pocos sabrían responder a lo que eran estas marcas hace unos meses. Muchos no sabrían vivir sin ellas en este mismo instante. “Con lo digital, vivimos con la sensación de que de repente nos invade algo y desaparece a la vez que vino”, anota Pagés. 
 
 
 

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