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Avanzando hacia una cultura responsable

martes, 26 julio 2016 - 06:20
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En los últimos cinco años, el tema de responsabilidad social ha generado mayor interés dentro del sector empresarial ecuatoriano. Expertos hablan sobre los desafíos y oportunidades en este ámbito.

La visión empresarial moderna advierte que el progreso sostenido solo será posible si este va de la mano de una Responsabilidad Social (RS) que gestione los impactos ambientales, sociales y económicos de sus actividades, y reconociendo los intereses de sus distintos públicos: accionistas, colaboradores, comunidad, proveedores y clientes.

A decir de Mónica Torresano, catedrática en responsabilidad social corporativa del IDE Business School, Escuela de Negocios de la Universidad de Los Hemisferios, en el último quinquenio se ha evidenciado un mayor interés de las empresas por aplicar prácticas de RS, incluso aún cuando el conocimiento entre los actores sociales (Estado, empresa y sociedad civil) es disímil y parcial.
 

“El 42 por ciento de los empresarios conocen el concepto y las oportunidades de la RS y la asocian con preocuparse de los colaboradores, cumplir con la ley, promover el desarrollo sostenible y comprometerse con la comunidad”, asegura. Sin embargo, advierte que en la práctica es complejo evaluar el nivel de compromiso de las empresas, pues para ello se requeriría medir su implementación en las empresas.

Los últimos reportes que se tienen en el país en cuanto a este tema son los del Estudio de Responsabilidad Social de Empresas del Ecuador – 2012, realizado por la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ), la Fundación AVINA y el IDE Business School, el cual muestra que cerca de la mitad de los empresarios del país habían introducido temas relacionados a RS en su gestión y aproximadamente en el 25 por ciento de las empresas la RS se relaciona completamente con el plan estratégico del negocio.

El informe mostró que entre los aspectos más desarrollados por las compañías estuvieron: Derechos Humanos, prácticas laborales, responsabilidad del producto, medioambiente y desempeño económico. La muestra, que agrupó a 743 empresas entre grandes y pequeñas, evidenció también que las áreas, sectores o poblaciones que están teniendo mayor atención, en orden de importancia son: salud, combate contra la pobreza, educación básica, niñez y ambiente.


Una adecuada estrategia de RS brinda a las empresas
un mejor posicionamiento de ventas, mejores
relaciones con sus proveedores y consumidores,
así como mayor legitimidad social. Imagen: Fotolia

Torresano señala que si bien el operar con principios éticos y transparentes motiva a los empresarios ecuatorianos a implementar prácticas de responsabilidad social, también existen grupos de presión que inciden en que sean socialmente responsables.

Con ella coincide Roque Morán Latorre, presidente ejecutivo del Instituto de Responsabilidad Social Empresarial del Ecuador (IRSE), quien afirma que la legítima RS se basa en una cultura organizacional enraizada en el alma de las instituciones. “Cuidar el medioambiente, cumplir las leyes, hacer obra social, llevarse bien con las autoridades, dar caridad, aparecer en periódicos y revistas, recibir premios y otras gestas públicas que solo buscan protagonismo y exhibición, cualquiera lo logra”, enfatiza.

Lo importante –añade Latorre– es sembrar una auténtica RS, sabiendo que esta es una muestra correcta de mejora continua, donde existen altos ideales y objetivos claros, donde la lucha es perenne. Para la directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (CERES), Evangelina Gómez-Durañona, el mayor reto de las empresas está en comprender que la RS es parte del modelo de gestión de su organización y que no es algo que se pone en práctica solo cuando se tiene recursos.


Encuentre otros temas relacionados en
el suplemento "Responsabilidad Social".

Señala además que es justamente en épocas de crisis cuando más ayuda la RS, ya que a través de ella se crean lazos de confianza con los diferentes stakeholders, los cuales pueden inclusive ayudarlas a afrontar o salir de la crisis.

“Si la RS es parte de un modelo de gestión, esta se verá afectada como todas las áreas de la empresa, pero no será la que más se afecte. Cuando una empresa decide ser responsable, debe serlo para siempre, no solo en épocas de bonanza y en épocas de crisis ya no”, remarca.

Una organización que ha implementado una cultura de RS en su ADN es garantía incomparable de sostenibilidad.

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