Las industrias del sector ejecutan varias iniciativas para reducir el consumo de energía y agua, para bajar la generación de desperdicios o emisiones de CO2 y para reutilizar productos en sus procesos de producción.
En los últimos años el tema ambiental ha cobrado importancia en los procesos industriales, y esta tendencia no es ajena al sector textil ecuatoriano que desde hace algún tiempo ha empezado a invertir en proyectos de mejoramiento productivo, reciclaje y producción más limpia.
Una industria de hilatura que ha dado un importante salto en cuanto a producción y cuidado del medio ambiente es Enkador. La compañía –especializada en la producción de filamentos de poliéster y poliamida– produce desde 2012 el hilo ecológico LOVECO, material con el que se desarrollan tejidos de aplicaciones en vestuario, industriales y hogar.
El filamento es el resultado del proceso de reciclaje de miles de botellas PET post consumo, de las cuales se obtiene la escama lavada en caliente, misma que se destina en una pequeña parte a la unidad textil donde se hila y posteriormente texturiza para lograr el filamento ecológico LOVECO.
Fernando Carrera, gerente de Unidad de Resinas de Enkador, asegura que la planta de la empresa está en la capacidad de procesar 1,4 millones de botellas diarias, lo que corresponde aproximadamente a la cuarta parte de la importación ecuatoriana de resina virgen y lo que equivale a reducir la huella de carbono en un aproximado de 50 mil toneladas año de CO2.
Para la elaboración de sus prendas Vicunha utiliza telares de última
generación, tinturadora en cuerda y sus máquinas de acabados Rama,
Mercerizadora y Sanforizadora. Foto: Segundo Espín
Tanto la unidad de resinas como la textil cuentan con maquinaria europea de la más alta tecnología, como equipos Sorema-Previero para la producción de escama, una línea Vacurema Prime en peletizado y combinaciones Barmag-Piovan en la hilatura y RPR en el texturizado.
Hasta el momento la empresa ha llegado a producir una sexta parte de su capacidad de hilatura con la especialidad LOVECO, pero –destaca Carrera– pueden incrementar esa producción conforme el mercado vaya demandando más hilos ecológicos.
Uno de los principales compradores de este producto es Vicunha. La empresa, que es pionera en la investigación y desarrollo de programas y productos ecológicamente amigables, utiliza el hilo para sus procesos de tejido, tintura y acabado.
Su gerente general, Eduardo Veintimilla, señala que la compañía posee una familia completa de productos ecológicos elaborados con este material, los mismos que para su comercialización cuentan con un programa para capacitar al usuario a identificarlos en las tiendas por sus etiquetas ecológicas. Pero aclara que si bien estos artículos son de alta calidad, estos aún no tienen una participación representativa en la totalidad de su producción y venta.
“Este tipo de proyectos los consideramos de largo plazo, porque es la sociedad la que debe tomar consciencia ambiental y cambiar sus hábitos de consumo para cuidar el planeta. Las empresas hacemos nuestro esfuerzo para producir este tipo de artículos; sin embargo, la tecnología que hay por detrás los hace un tanto más costosos, lo que dificulta su ingreso masivo al mercado”, explica.
Asimismo, Veintimilla recalca que este es un nicho de mercado que está creciendo junto con la concienciación del público y aunque su proceso es lento las tendencias mundiales demuestran que el consumidor cada vez está mejor informado y demanda conocer el proceso productivo, el origen de las materias primas utilizadas y las condiciones de producción.
Pero la línea ecológica de Vicunha es solo una parte de lo que la empresa está realizando en el ámbito ambiental, el 90 por ciento de la energía eléctrica que consume en su proceso productivo proviene de una fuente de energía verde, generada a través de su propia central hidroeléctrica.
Asimismo, ha incorporado programas para el manejo de residuos y una planta de tratamiento de efluentes que procesa todas las descargas líquidas de su proceso productivo de acuerdo con las normativas establecidas.
Otra industria textilera que maneja adecuadamente sus líquidos excedentes es Pintex. A su planta de tratamiento de aguas residuales llegan todos los residuos generados en sus procesos para su posterior procesamiento.
Un esquema que ha conseguido disminuir en un 40 por ciento sus descargas, a la vez de garantizar que la calidad del agua que se desecha al alcantarillado cumple con la normativa ambiental.
A la par de estas iniciativas, la empresa utiliza productos químicos biodegradables y ha implementado sistemas de climatización y un programa de productividad que organiza sus procesos con eficiencia y ahorro energético.
Como parte de su visión ambiental, Pintex realizó una importante inversión para remplazar tres calderos de combustión fija a base de bunker, por un caldero ecológico de alta tecnología con baja emisión de gases. Además, su área de acabados ha iniciado un proyecto de adquisición de maquinaria de tintura con baja relación de baño.