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La espía que amó a Fidel Castro anuncia su regreso a Cuba

sábado, 3 diciembre 2016 - 04:15
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Cuando se enteró de la muerte del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en su pequeño piso de Queens cayó en una profunda tristeza. Se trata de Marita Lorenz, quien mantuvo un idilio con el mandatario cubano.
 
Marita tenía 20 años cuando conoció al líder de la revolución. Era hija del capitán de un barco alemán y fue gracias a que su embarcación encalló en La Habana que tuvo ese primer encuentro con Castro. Lo que empezó como una visita del mandatario para conocer el barco, terminó en un inesperado beso con Martha, justo cuando esta le mostraba el camarote.
 
Ese fue el inicio de un romance de ocho meses con él, que lejos de verse como un cuento de hadas, pudo convertirse en un momento clave de la historia si hubiese seguido un encargo especial de la CIA: asesinar al presidente. 
 
La vida para Marita no fue fácil; cuando era niña estuvo encerrada en un campo de concentración, por lo que podría asumirse que la muerte no sería un impedimento para ella. Pero para Marita, su relación con Fidel ya era un momento clave en su vida, ya que estaba perdidamente enamorada de él, incluso aseguraba que desprendía una fuerza seductora enorme. 
 
Ante el mundo, Marita ya era "la novia de Fidel Castro", pero tras quedar embarazada y creer haber perdido a su hijo durante el parto, viajó lejos de Cuba. La CIA la buscó para reclutarla como agente y por un momento, pasó a ser un peligro en potencia para el mandatario. "Quien sobrevivió a Bergen-Belsen (campo de concentración) puede trabajar para la CIA", le repetía su entrenador Frank Sturgis, quien en palabras de Fidel, era "el más peligroso agente de la historia".  
 
Marita debía ponerle veneno a Castro en su café, pero a pesar de haberlo intentado, no se atrevió a cumplir con la misión (de hecho logró deshacerse de estas y alegó que se trató de un fallo). Castro fue su primer gran amor, y lo amó por sobre todas las cosas, según relató en el semanario francés Paris-Matchen. La espía era una protegida de la CIA, llegó a estar implicada en la supuesta conspiración para asesinar a John F. Kennedy e incluso en el caso Watergate contra Richard Nixon.
 
Castro era una mente brillante y enseguida se dio cuenta de las intenciones de Marita, por lo que tomó una pistola y la retó a tirar del gatillo, a lo que esta contestó 'no quise matarte la primera vez, no quiero matarte una segunda'", relata en su libro de memorias, "Yo fui la espía que amó al comandante".
 
Luego de varios días de conocer su muerte, Marita, de 77 años de edad, hizo una revelación. “Siempre quise verle de nuevo y lo intenté, pero no pudo ser. Iré próximamente a presentarle nuestros respetos y buscaré a mi hijo”, confirmó a la sección Vanitatis, de El Confidencial.
 

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